La Agencia Espacial Europea (ESA) comienza en marzo una campaña de reclutamiento, la primera en 11 años, en la que pretende incorporar un mayor número de mujeres, así como personas con discapacidad que hayan soñado con viajar al espacio.
La razón estriba en “asegurar la continuidad del cuerpo de astronautas y permitir que haya una transferencia de conocimiento entre los astronautas existentes y los nuevos”, explica Jan Wöerner, director de la ESA durante la presentación de la convocatoria.
Cada vez hay más misiones y más naves que tripular por lo que es necesario ampliar el cuerpo de astronautas europeo, con el objetivo de no quedarse atrás en ninguna de esas misiones. De hecho, la ESA ya ha llegado a un acuerdo con la Nasa para que tres astronautas europeos aterricen en la Luna a finales de esta década.
De este modo, la agencia pretende reclutar cuatro astronautas de carrera, que pasarán a formar parte del cuerpo de astronautas de la ESA para misiones más complejas, y unos 20 astronautas de reserva, que trabajarán para la agencia a través de contratos por misión de manera puntual.
Los astronautas con cierto grado de discapacidad física formarán parte del Proyecto de Viabilidad de Parastronautas y entrarán dentro del grupo de reserva, además de los 20 astronautas elegidos con este fin.
La ESA no cuenta con vehículos espaciales por lo que “está evaluando con sus socios comerciales la posibilidad de que estas personas vuelen a la ISS en el marco de una misión segura y útil”, asegura Sergi Vaquer, médico aeroespacial de la ESA.
Este sistema de reclutamiento es “algo completamente nuevo para la ESA”, explica David Parker, director de exploración humana y robótica de la Agencia, durante la presentación de la convocatoria. “Es un reto muy grande y hay mucho trabajo en ello, pero nos comprometemos a que funcione porque nunca se ha hecho algo así”.
“La diversidad en la ESA no solo debería abordar el origen, la edad, los antecedentes o el género de nuestros astronautas, sino también las discapacidades físicas”, explica Parker. “No se trata de buscar un turista con discapacidad, el parastronauta debe ser capaz de realizar una misión espacial significativa y participar de las operaciones de la ISS como cualquier otro astronauta”, comenta el director de exploración humana.
La Agencia ha pedido ayuda al Comité Paralímpico Internacional para que le asesore a la hora de realizar la selección. Las discapacidades que aceptará la ESA afectan a los medios inferiores, como falta de pies o amputaciones hasta la rodilla, así como una estatura baja, condiciones que siempre habían sido un obstáculo para los aspirantes. En el futuro, la agencia, prevé que se ampliará a otro tipo de discapacidad.
Impulso femenino
La ESA además busca incrementar la cuota de mujeres dentro del cuerpo de astronautas. Actualmente, de los siete miembros del equipo, sólo uno es mujer: Samantha Cristoforetti. Es más, de las 560 personas que alguna vez han viajado al espacio, sólo 65 eran mujeres, de las cuales solo dos eran europeas.
“Queremos animar a las mujeres a que se presenten a esta convocatoria ya que nuestro objetivo es incrementar su porcentaje de participación”, asegura Rosario Martín-Sanchez, responsable del Departamento de Recursos Humanos de la ESA.
El plazo para aspirantes tanto a astronauta como a parastronauta estará abierto del 31 de marzo al 28 de mayo de 2021. La agencia solo tendrá en cuenta las candidaturas enviadas a través de la web de empleo de la ESA en esas ocho semanas. Después comenzará el proceso de selección, que constará de seis fases y, en principio, finalizará en octubre de 2022.
Los candidatos deberán contar como mínimo con un máster en Ciencias, Medicina, Ingeniería, Matemáticas o estar cualificado como piloto de pruebas experimental. Además, debe tener tres años de experiencia laboral y un conocimiento fluido del inglés y cualquier otro idioma.
La edad mínima de los aspirantes es de aproximadamente 28 años y la máxima de 50 ya que se espera que los “astronautas realicen dos vuelos espaciales por lo que deben tener tiempo de entrenarse y realizar las misiones asignadas”, asegura Vaquer.
Además, deben gozar de buena salud, tener un historial médico satisfactorio, un peso normal y una buena disposición mental con una motivación muy fuerte.