El futuro de la vida humana fuera de la Tierra se construye desde laboratorios como la Planta Piloto MELiSSA, ubicada en la Universitat Autònoma de Barcelona. Allí se celebró el 30 aniversario del proyecto MELiSSA, una iniciativa liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que ha demostrado ser un referente de cómo la investigación espacial puede generar avances revolucionarios con aplicaciones directas en la vida en la Tierra.
Durante el acto conmemorativo, el director de la Agencia Espacial Española (AEE), Juan Carlos Cortés, destacó la participación activa de España en este programa como “uno de los ejemplos más convincentes del compromiso y liderazgo a largo plazo de nuestro país en el ámbito espacial”. Cortés subrayó además que el proyecto MELiSSA refleja el papel de vanguardia que juega España en la construcción del futuro humano más allá de nuestro planeta.
MELiSSA (Micro-Ecological Life Support System Alternative) es una colaboración internacional que reúne a 15 socios de diversos países bajo la coordinación de la ESA. Su objetivo es el desarrollo de un Sistema de Soporte Vital Regenerativo (RLSS, por sus siglas en inglés) capaz de sostener la vida humana durante misiones espaciales de larga duración mediante el reciclaje de recursos esenciales como el aire, el agua y los alimentos.
Inspirado en los ecosistemas terrestres, MELiSSA es un sistema cerrado y controlado que simula una biósfera artificial para uso en el espacio. Entre sus funciones clave se incluyen la nitrificación (conversión de residuos nitrogenados como el amoníaco en nitratos útiles para el cultivo), la purificación y recuperación del agua, la regeneración del aire mediante la eliminación del dióxido de carbono y producción de oxígeno, así como la producción de alimentos a través del cultivo de plantas y microalgas.
Tras tres décadas de investigación, el proyecto ha logrado hitos significativos que confirman la viabilidad técnica de estos procesos en entornos controlados. La Planta Piloto MELiSSA en Barcelona ha sido fundamental en la validación de estos avances, convirtiéndose en una instalación de referencia para la ESA y sus socios.
La relevancia del programa no se limita al ámbito espacial. Muchos de los desarrollos tecnológicos asociados, como los sistemas avanzados de tratamiento de aguas o las soluciones de agricultura vertical, ya están siendo aplicados en la Tierra, especialmente en contextos donde los recursos son escasos o las condiciones ambientales extremas. De este modo, MELiSSA se posiciona también como catalizador de soluciones sostenibles frente a desafíos globales como la escasez hídrica, la seguridad alimentaria o la reducción de emisiones.
Además de su aportación científica y tecnológica, el proyecto representa una clara apuesta por la cooperación internacional. España, a través de instituciones académicas y organismos como la AEE, ha jugado un papel central tanto en el desarrollo de tecnologías como en la promoción del conocimiento generado.
Con la mirada puesta en las futuras misiones de exploración lunar y marciana, MELiSSA se consolida como una plataforma crítica para garantizar la autonomía y sostenibilidad de los astronautas durante estancias prolongadas lejos de la Tierra. En este contexto, la implicación española se proyecta como un activo estratégico dentro del ecosistema espacial europeo.
A medida que el sector espacial evoluciona hacia modelos más sostenibles y autosuficientes, proyectos como MELiSSA marcan el camino hacia una nueva era de exploración humana, donde la regeneración de recursos dejará de ser una aspiración para convertirse en un requisito operativo esencial.