Intuitive Machines y la Universidad Texas A&M han firmado un contrato de arrendamiento del Instituto Espacial de esta Universidad que otorgará a Intuitive Machines un espacio propio en las instalaciones del Instituto, actualmente en construcción cerca del Centro Espacial Johnson de la Nasa.
Este acuerdo marca una nueva etapa en su colaboración, centrada en impulsar la preparación para las misiones lunares y desarrollar una fuerza laboral altamente capacitada para respaldar la próxima generación de exploración espacial. Las instalaciones también se beneficiarán de los datos de la superficie lunar de Intuitive Machines, que sirven de base para las simulaciones y la planificación, y constituyen el conjunto de datos más extenso del planeta.
Probar la operatividad de los vehículos lunares ha sido un desafío, ya que los entornos terrestres, como los desiertos rocosos o las áreas de prueba confinadas con pequeñas cantidades de regolito sintético, carecen de la escala y la adaptabilidad necesarias para replicar fielmente las condiciones de la superficie lunar. El terreno accidentado y muy variable, las sombras cambiantes, la luz y la oscuridad extremas, y la baja gravedad son algunos de los factores que afectan el movimiento, la tracción y el desgaste de los vehículos, pero estas condiciones son difíciles de simular con precisión en la Tierra.
El nuevo Instituto Espacial de la Universidad Texas A&M está diseñado para superar estos desafíos. Financiado con 200 millones de dólares de apoyo estatal, impulsado por el representante estatal de Texas, Greg Bonnen, se prevé que el centro abra sus puertas en el segundo semestre de 2026. Y es enorme. Con una superficie de 37.161 metros cuadrados, cuenta con la única recreación interior del mundo de un paisaje lunar y marciano, cada uno con una extensión de una hectárea. Para que se hagan una idea, eso equivale a casi el doble del tamaño del campo de juego del Kyle Field de Texas A&M.
Las instalaciones del Instituto Espacial funcionan como un gigantesco Etch-a-Sketch, con la capacidad de mover cientos de toneladas de regolito sintético y reconfigurar dinámicamente el terreno para que los investigadores puedan remodelar la superficie a demanda y estudiar el rendimiento de vehículos y equipos en entornos de gravedad reducida a un sexto de la de la Luna. Sistemas de iluminación avanzados imitan la dinámica de la superficie lunar, incluyendo sombras, luz y oscuridad. Los talleres de investigación apoyan el desarrollo de trajes espaciales, vehículos exploradores y tecnologías médicas.
Intuitive Machines planea utilizar su hangar arrendado para operar, probar y perfeccionar su vehículo lunar Moon RACER (Reusable Autonomous Crewed Exploration Rover). Desarrollado para la campaña Artemisa de la Nasa, Moon RACER está diseñado para facilitar la movilidad tripulada en la superficie y el transporte de carga a través del desafiante terreno lunar. El vehículo será probado y perfeccionado en los entornos lunares simulados del instituto, lo que ayudará a los ingenieros a optimizar su rendimiento antes de su despliegue.
Este trabajo se ve reforzado por la labor de Intuitive Machines bajo contrato con la Cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LROC) de la Nasa. El equipo de Intuitive Machines para la LROC ha dedicado los últimos 16 años a crear uno de los conjuntos de datos visuales y topográficos más completos de la Luna, capturando más de 2,3 millones de imágenes de alta resolución, cartografiando más del 98 % de la superficie lunar y apoyando la selección de los lugares de alunizaje de Artemisa y CLPS. Sus datos han servido de base para todo, desde estudios de emplazamientos para el programa Apolo hasta sistemas de navegación basados en el terreno e investigaciones lunares dirigidas por estudiantes.
Actualmente, los equipos de LROC y de Navegación Óptica y Transmisión de Datos de Intuitive Machines colaboran para posibilitar la modelización precisa del terreno, las operaciones autónomas en la superficie y la siguiente fase de la infraestructura lunar comercial. Estos datos fundamentales respaldan directamente la planificación de misiones en el Instituto Espacial de la Universidad Texas A&M, ayudando a los investigadores a simular las condiciones lunares con un alto grado de precisión.
“Gracias a la visión y el apoyo del senador Greg Bonnen, y a la sólida colaboración entre Intuitive Machines y Texas A&M, estas instalaciones se están convirtiendo en realidad, y realmente no hay nada igual en el mundo”, afirmó Jack Fischer, vicepresidente sénior de Operaciones de Intuitive Machines y astronauta estadounidense retirado. “El Instituto Espacial de la Universidad Texas A&M es un campo de pruebas para operaciones lunares, donde podemos simular el terreno, ensayar misiones y perfeccionar nuestros vehículos antes de que abandonen la Tierra, lo que en última instancia contribuye a misiones lunares más largas y exitosas. Estamos creando un centro de excelencia que beneficia a la comunidad de Houston y a la industria espacial global”.
El instituto está dirigido por Nancy Currie-Gregg, ex astronauta de la Nasa y profesora de la Facultad de Ingeniería de Texas A&M, y Robert Ambrose, destacado experto en robótica espacial y profesor de ingeniería mecánica en Texas A&M. Su visión es crear un centro que apoye el desarrollo de conceptos de misión, la investigación aplicada y la capacitación laboral, formando así una cantera de trabajadores altamente cualificados que impulsarán las futuras misiones lunares y marcianas.










