“Ingenieros Aeronáuticos. Plan 57” es un libro dedicado a las ocho promociones de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de España (ETSIAE) en la que han colaborado 335 de los 453 alumnos que se matricularon por primera vez en el Plan surgido de la Ley de Ordenación de las Enseñanzas Técnicas de 1957 y ha sido editado por Jaime Saldías Etulain, Julián Simón Calero y Rafael Sanjurjo Navarro.
Ese Plan se sitúa entre el “plan antiguo” fechado en 1949, cuando la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos (AMIA) se transformó en Escuela Especial de Ingenieros Aeronáuticos, y el “plan novísimo” de 1964. Es la historia de ocho promociones que han dado brillo a un periodo de la ETSIAE, a la profesión y al país por la importante labor realizada por todos los titulados egresados en aquellos momentos, como señala en su presentación la actual directora de la Escuela, Cristina Cuerno.
La Ley que dio origen al Plan 57 supuso un cambio bastante radical en la enseñanza de las ingenierías españolas y siete años más tarde se produjo una nueva Ley de Reordenación de las Enseñanzas Técnicas que introdujo nuevos cambios, aunque sólo pretendía ser una reordenación complementaria de su antecesora, la Ley de 1957.
La Ley de 1957 no fue bien recibida, sino mas bien contestada con protestas de estudiantes y profesores. A los argumentos de que la calidad de los ingenieros disminuiría, se añadía el miedo a perder el estatus social que rodeaba al profesional de la ingeniería. Pero a finales de 1956 se produjo el nombramiento del ingeniero aeronáutico Gregorio Millán Barbany como director general de Enseñanzas Técnicas y aunque las líneas maestras del plan ya estaban marcadas, es indudable su aportación en la redacción de la Ley y, sobre todo, en su aplicación.
Muy corta fue la vida del Plan 57. Así, cuando en abril de 1964 los alumnos de la primera promoción de este plan preparaban sus exámenes, apareció la nueva Ley que ponía punto final a los ingenieros del “Plan Nuevo”.
Pero la realidad había resultado que, en lo referente al tiempo invertido en la carrera y el número de alumnos egresados, el plan nuevo se parecía bastante al viejo. Precisamente Millán, que dejó la Dirección General en 1961, lo puso de manifiesto, aludiendo que no se había obtenido el potencial existente en la Ley y que ello se debía al peso del sistema anterior, en lo que coincidió con el entonces ministro de Educación, Jesús Rubio García-Mina, cuando presentó la nueva ordenación.
Desde la perspectiva actual, parece como si “el Plan 57 fuera una transición deliberada para facilitar el cambio de modelo de ingeniería. Ahora bien, sea ésta una transición deliberada, accidental o forzada, si miramos “aguas arriba”, la ingeniería era exclusivista y cerrada, siendo la Ley del 57 la que inicia el imparable proceso de integración de las enseñanzas de las ingenierías en la Universidad española que, “aguas abajo” terminaría en las Universidades Politécnicas”, como se dice en este libro, que recoge una etapa singular y crítica de la historia de la ingeniería aeroespacial en España.