Francia ha respondido con la misma moneda a la obligación impuesta desde el pasado viernes por el Gobierno español a todos los viajeros que lleguen a España de someterse a una cuarentena de 14 días, según anunció la pasada semana la presidencia de la República francesa.
“Francia impondrá una cuarentena de 14 días a los viajeros procedentes de España desde el momento en que España lo haga, en un principio de reciprocidad», explicó El Elíseo, sin dar una fecha concreta. Y añadió que este tipo de restricción «no es el deseo» de París, que actualmente está llevando a cabo negociaciones sobre este tema con Madrid.
Según el gobierno galo, esta decisión se tomó «principalmente por razones políticas, pero también de seguridad. No podemos imaginar que el paso de un país a otro sea más fácil de un lado que del otro».
El martes, España sorprendó con una orden en el Boletín Oficial del Estado (BOE) exigiendo la cuarentena de 14 días a partir del pasado viernes a todos los viajeros que llegaran a nuestro país sin excepción. Tal medida se producía contrariamente al protocolo acordado por los ministros de Transportes de España, Francia, Italia y Alemania de excluir la obligación de someter a cuarentena a los viajeros de dichos países, tal como anunció el día anterior la ministra italiana, Paola de Micheli.
El miércoles siguiente la Comisión Europea presentó en Bruselas su “guía de pautas y recomendaciones para ayudar a los Estados miembros a levantar gradualmente las restricciones de viajes y permitir que las empresas turísticas reabran, después de meses de cierre, respetando las precauciones de salud necesarias” y para nada hacía mención a las cuarentenas.
Por su parte, el presidente y CEO de la IATA, Alexandre de Juniac, al día siguiente mostró su contrariedad a los gobiernos de España y el Reino Unido por imponer la cuarentena a los viajeros que lleguen a sus dos países.
La cuarentena supone un golpe decisivo al transporte y al turismo español en la antesala del apogeo de la temporada. El transporte aéreo es una pieza clave para el turismo, un eje estratégico de nuestra economía por su contribución a la riqueza y al empleo. España es el primer destino del mundo en turismo vacacional, el segundo por gasto turístico y el segundo por número de turistas. Más del 80% de los turistas llegan a nuestro país por vía aeroportuaria.
El pasado año llegaron a España, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (FRONTUR), 83,7 millones de turistas internacionales. De ellos, 68,7 millones lo hicieron por vía aérea. De esos 83,7 millones, más de la mitad procedieron de tres mercados emisores: Reino Unido, con más de 18 millones; Alemania, con 11,2 millones, y Francia, con 11,1 millones.
En 2018, según datos de la CEOE, el total de empleos generados por el transporte aéreo alcanzó los 440.000 empleos, lo que supone un 2% de la población ocupada. Ese año, España fue el segundo país de Europa por volumen de tráfico aéreo representando un 11% del total de pasajeros. Y con respecto al volumen total de operaciones en Europa en 2018, el 9% tuvo lugar en España.