Las compañías aéreas Air Canada y Transat han decidido rescindir el acuerdo de fusión propuesto según el cual Air Canada tenía la intención de adquirir el control exclusivo de Transat, según informó la Comisión Europea.
Bruselas confirma que las discusiones con las empresas y el paquete de solución propuesto hasta el momento no pudieron abordar adecuadamente los problemas de competencia identificados por la Comisión. Ésta había abierto una investigación en profundidad sobre la transacción propuesta el 25 de mayo de 2020.
La vicepresidenta ejecutiva de la CE, Margrethe Vestager, comisaria responsable de Competencia, dijo que «Air Canada y Transat son las dos aerolíneas líderes con una amplia red de rutas entre Europa y Canadá. Abrimos una investigación en profundidad porque teníamos dudas de que la transacción propuesta afectaría negativamente a la competencia en estos mercados, lo que generaría precios más altos, menor calidad o menos opciones para los viajeros”.
“Las normas y el marco de la política de control de concentraciones de la UE también se aplican en tiempos de crisis graves que afectan a la economía. Si bien el brote de coronavirus ha tenido un fuerte impacto en el sector de las aerolíneas, la preservación de las estructuras competitivas del mercado es esencial para garantizar que la recuperación sea rápida y sólida. Los mercados deben seguir siendo dinámicos y competitivos cuando los viajeros puedan volver a sobrevolar el Atlántico durante las vacaciones o visitar a sus seres queridos”.
“Cada caso debe evaluarse en base a sus hechos y méritos. En este caso, la Comisión investigó hasta qué punto la crisis del coronavirus afectaría las operaciones de Air Canada, Transat y sus competidores y, basándose en la información disponible hasta la fecha, llegó a la conclusión preliminar de que, a largo plazo, Air Canada y Transat probablemente siguen siendo competidores reales o potenciales en la gran mayoría de las rutas entre el Espacio Económico Europeo y Canadá, que ambos operaban antes de la crisis”.
“Sobre la base del análisis en profundidad realizado durante la investigación de la fase II, las conclusiones preliminares de la Comisión fueron que la transacción propuesta plantearía problemas de competencia en un gran número de rutas transatlánticas. Según los resultados de la prueba de mercado, los remedios ofrecidos parecían insuficientes», concluyó Vestager.