Dos nuevos hallazgos del equipo de ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA), publicados este miércoles en Science Advances, desvelan una clase de química totalmente nueva y ofrecen nuevos datos sobre los cambios estacionales y las interacciones superficie-atmósfera como fuerzas propulsoras de estas observaciones.
Uno de los principales retos de la exploración marciana es buscar gases atmosféricos asociados a actividad biológica y geológica, así como entender el pasado y el presente del agua en el Planeta Rojo para determinar si llegó a ser habitable en algún momento y si podría haber reservas de agua accesibles para la futura exploración humana.
“Esta la primera vez que descubrimos cloruro de hidrógeno en Marte. Se trata de la primera detección de un gas halógeno en la atmósfera marciana, lo que representa un nuevo ciclo químico que llegar a entender”, apunta Kevin Olsen, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y uno de los científicos principales responsables del descubrimiento.
“El descubrimiento del primer gas traza nuevo en la atmósfera de Marte constituye todo un hito para la misión TGO”, indica Håkan Svedhem, científico del proyecto TGO de ExoMars para la ESA. “Es la primera clase de gas descubierta desde la observación de metano por parte de Mars Express de la ESA en 2004, lo que dio lugar a la búsqueda de otras moléculas orgánicas y acabó culminando en el desarrollo de la misión TGO, cuyo principal objetivo es la detección de nuevos gases”.
El ascenso del vapor de agua arroja luz sobre la evolución del clima. Además de descubrir nuevos gases, el TGO está revolucionando nuestra comprensión sobre cómo Marte perdió su agua, un proceso también asociado a los cambios estacionales.
Se cree que en el pasado corrió agua líquida por la superficie de Marte, como evidencian numerosos ejemplos de antiguos valles y canales fluviales secos. En la actualidad, la mayoría del agua se encuentra atrapada en los casquetes de hielo y bajo el suelo. Pero Marte sigue perdiendo agua a día de hoy en forma de hidrógeno y oxígeno que escapa de la atmósfera.
Entender la interrelación de potenciales depósitos de agua y su comportamiento estacional y a largo plazo es fundamental para comprender la evolución del clima de Marte. Esto puede conseguirse estudiando el vapor de agua y el agua “semipesada”, en la que un átomo de hidrógeno se sustituye por un átomo de deuterio, una forma de hidrógeno con un neutrón adicional.
Los datos de ExoMars recopilados entre abril de 2018 y abril de 2019 también mostraban tres fenómenos que aceleraron la pérdida de agua desde la atmósfera: la tormenta de polvo planetaria de 2018, una tormenta regional breve pero intensa en enero de 2019 y la liberación de agua del casquete de hielo polar sur durante los meses de verano, asociada al cambio de estación. Cabe señalar una columna de vapor de agua que se elevó durante el verano del hemisferio sur que podría inyectar agua a la atmósfera superior cada año de forma estacional.
Futuras observaciones coordinadas con otras naves, como MAVEN de la NASA, que se centra en la atmósfera superior, ofrecerán datos complementarios sobre la evolución del agua a lo largo del año marciano.