La Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA) ha publicado su Annual Safety Review (ASR) 2025, un informe que ofrece un análisis exhaustivo sobre la seguridad en la aviación durante 2024 y su evolución en la última década. Este documento es una herramienta fundamental dentro del proceso de gestión del riesgo en seguridad europea (SRM) y constituye una referencia clave para el Plan Europeo de Seguridad Aérea (EPAS).
El estudio confirma que Europa mantiene su posición como una de las regiones más seguras para volar, aunque subraya la necesidad de mantener la vigilancia. Según EASA, la monitorización constante de riesgos, el aprendizaje derivado de los sucesos y la adaptación a nuevos desafíos, como la integración de drones y la incorporación de tecnologías emergentes, son aspectos esenciales para preservar este nivel de seguridad.
En 2024, el tráfico aéreo europeo continuó su recuperación, con más de 7,7 millones de vuelos operados por 623 titulares de certificados de operador aéreo (AOC). A nivel global, se registraron 14 accidentes mortales que resultaron en 304 víctimas, cifras que se mantienen en línea con la media de los últimos 10 años.
En Europa se produjeron tres accidentes mortales en accidentes de avión comercial que ocasionaron tres fallecimientos. En la aviación general, se contabilizaron 27 accidentes mortales con 44 víctimas, lo que supone un ligero descenso respecto a años anteriores, mientras que en helicópteros se registraron siete accidentes mortales con 14 fallecimientos, en línea con los patrones históricos del sector. Además, hubo 10 accidentes mortales de planeadores que causaron 12 muertes, marcando el nivel más bajo de siniestralidad anual jamás registrado en esta categoría.
Por otro lado, los reportes de sucesos de drones o sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) continúan aumentando, reflejando la creciente relevancia de la integración segura en el espacio aéreo europeo, un objetivo central dentro de la implementación del U-Space por parte de EASA.