La llegada del verano activa las alarmas en el ámbito de la protección forestal. A medida que aumentan las temperaturas, también lo hacen los riesgos asociados a los incendios, y con ellos, la necesidad de contar con pilotos de helicóptero capacitados para enfrentarlos. Porque España no solo se enfrenta al fuego, sino a una amenaza silenciosa: la escasez de pilotos.
Los helicópteros son herramientas críticas en las operaciones de extinción, salvamento y emergencia. Su capacidad para operar en zonas inaccesibles y su rapidez de respuesta los convierte en aliados indispensables. Pero su operatividad depende directamente de un recurso en declive: el factor humano. Las previsiones del sector apuntan a que en los próximos años se necesitarán en España al menos 1.500 nuevos pilotos de helicóptero para cubrir jubilaciones, responder a nuevas exigencias normativas y atender el crecimiento de la demanda.
Formación especializada y urgente
Ante este escenario, centros de formación como European Flyers cobran un protagonismo estratégico. Con bases en Cuatro Vientos (Madrid) y Mutxamel (Alicante), la escuela es una de las pocas que ofrece formación especializada en piloto comercial de helicóptero (CPL-H), capacitando a nuevos profesionales para desempeñar funciones esenciales en la temporada de incendios y otras operaciones críticas.
“La escasez de pilotos de helicóptero especializados en extinción de incendios y emergencias puede limitar la capacidad de respuesta en los próximos años. Es fundamental apostar por la formación de nuevos profesionales para garantizar la protección de nuestro entorno y la seguridad de todos”, advierte Luis Miñano, director general de European Flyers.
La formación para obtener la licencia CPL-H dura entre 18 y 24 meses e incluye 950 horas de teoría, 50 horas en simulador y 130 horas de vuelo en helicóptero real. Los requisitos son claros: tener 18 años, título de Bachiller o equivalente, certificado médico clase 1 y un nivel de inglés elevado.
Más allá de los incendios, los pilotos de helicóptero tienen un amplio abanico de salidas profesionales: rescates en montaña o mar, traslados sanitarios, transporte turístico o ejecutivo, trabajos aéreos con carga externa, grabaciones audiovisuales e incluso la docencia como instructores de vuelo.
En una España que, según el informe de la Unión Europea “Forest Fires in Europe, Middle East and North Africa 2023”, lideró el número de incendios en 2023 con 7.748 siniestros, asegurar el relevo generacional en cabina no es una opción, sino una cuestión estratégica.
European Flyers no solo forma pilotos, forma a quienes protegerán vidas, territorios y ecosistemas. La escuela se presenta como una de las respuestas clave ante la escasez estructural de estos perfiles y se convierte en una cantera esencial para garantizar la sostenibilidad operativa de un sector que, más que nunca, necesita despegar con garantías.