La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha despegado con éxito este jueves desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en Sriharikota, India, a bordo del cohete PSLV-C59. Liderada por la empresa española Sener, la misión marca un hito en la exploración solar, permitiendo estudiar la corona del Sol con un nivel de precisión sin precedentes.
Tras un primer intento abortado debido a un fallo técnico en el sistema de propulsión de uno de los satélites, la misión se reprogramó para hoy. La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) supervisó con éxito el lanzamiento, transmitiendo en directo la cuenta atrás y confirmando la correcta puesta en órbita de los satélites de la ESA.
Proba-3, compuesta por los satélites Coronagraph y Occulter, empleó una sincronización milimétrica para crear un eclipse artificial en el espacio, lo que permitió a los científicos observar la corona solar con un nivel de detalle sin precedentes. El Coronagraph, equipado con un coronógrafo avanzado, apuntó directamente al Sol, mientras que el Occulter bloqueó la luz solar utilizando un disco de 140 centímetros de diámetro, reduciendo los efectos de difracción y logrando hasta 1.000 horas de eclipses controlados.
Ambos satélites operaron de forma autónoma, calculando su posición y trayectoria relativa sin intervención humana, gracias a los avanzados sistemas de guiado, navegación y control (GNC), un campo en el que España ha demostrado ser líder global.
El éxito de Proba-3 demostró que los satélites pueden operar en formación como un único instrumento óptico, con potencial para reducir costes y aumentar la flexibilidad de las misiones espaciales. Este avance establece las bases para diseñar misiones más ambiciosas empleando configuraciones modulares.
Además, los datos obtenidos durante la misión proporcionaron información crucial sobre la corona solar, una región clave para entender fenómenos como las tormentas solares y su impacto en la Tierra.
La misión destacó el liderazgo de España en la industria aeroespacial. Sener, como contratista principal, dirigió un equipo compuesto por 40 empresas de 16 países. Airbus Defence and Space diseñó y fabricó las plataformas satelitales, GMV desarrolló los sistemas de vuelo en formación y navegación, y Deimos contribuyó al análisis orbital y experimentos de rendezvous.
Diego Rodríguez, director de Espacio y Ciencia en Sener, declaró que “Proba-3 representa años de dedicación y colaboración y es un orgullo para la industria española haber liderado esta misión histórica. Es un hito que refuerza nuestra posición en el panorama internacional de la exploración espacial”.
Proba-3 se suma a una serie de misiones emblemáticas de la ESA iniciada en 2001 con Proba-1. Cada una de ellas ha aportado avances significativos en autonomía, observación terrestre y exploración solar.
Con el respaldo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Agencia Espacial Española, Proba-3 refuerza la posición de España como referente en misiones espaciales de alta complejidad, consolidando su papel en el desarrollo de tecnología avanzada y en la colaboración internacional en el sector espacial.