Eslovenia se convirtió el pasado viernes en el país número 39 en firmar los Acuerdos Artemisa. La firma certificó el compromiso de Eslovenia de llevar a cabo una exploración segura y sostenible del espacio en beneficio de la humanidad y tuvo lugar durante un diálogo estratégico entre Estados Unidos y Eslovenia en las Oficinas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ljubljana.
«La Nasa da la bienvenida a Eslovenia a los Acuerdos de Artemisa», dijo el administrador de la Nasa, Bill Nelson. “Hoy, la asociación entre Estados Unidos y Eslovenia cruza una nueva frontera. Vivimos en una era dorada de exploración de las estrellas. Esa era la escribirán naciones que exploren el cosmos de manera abierta, responsable y en paz”.
El secretario de Estado Matevž Frangež del Ministerio de Economía, Turismo y Deportes firmó los Acuerdos en nombre de Eslovenia y en el evento de firma participó James O’Brien, subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos. «Eslovenia se suma a los principios, valores y normas sobre el uso pacífico del espacio como un bien común de la humanidad», afirmó Frangež.
Rebecca Bresnik, consejera general adjunta para Derecho Internacional y Espacial, actuó como alta funcionaria de la Nasa en la ceremonia, junto con su esposo, Randy Bresnik, un astronauta de la Nasa de ascendencia eslovena. “Estamos encantados de dar la bienvenida a Eslovenia a la familia de los Acuerdos Artemisa”, dijo el embajador Jamie Harpootlian, embajador de Estados Unidos en Eslovenia. “Reconocemos a Eslovenia como un líder en ascenso en el espacio. Esperamos llevar nuestras colaboraciones con Eslovenia en ciencia, tecnología e innovación a nuevas fronteras”.
En 2020, Estados Unidos y otros siete países establecieron los Acuerdos Artemisa para establecer directrices para la exploración y el uso pacíficos del espacio exterior. Los Acuerdos refuerzan e implementan obligaciones clave en el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967. También fortalecen el compromiso de los Estados Unidos y las naciones signatarias con la Convención de Registro, el Acuerdo de Rescate y Retorno, así como las mejores prácticas que la Nasa y sus socios apoyan, incluida la divulgación pública de datos científicos.