El telescopio espacial James Webb de Nasa/ESA/CSA ha resuelto uno de los misterios más desconcertantes de la astronomía utilizando fusiones de galaxias. Hasta ahora, los astrónomos no sabían por qué detectamos luz procedente de átomos de hidrógeno que deberían haber sido completamente bloqueados por el gas prístino que se formó después del Big-Bang.
Este descubrimiento de un cúmulo de galaxias en interacción arroja luz sobre el misterio de por qué la emisión de hidrógeno de EGSY8p7, envuelta en gas neutro formado después del Big Bang, debería ser visible. Los astrónomos han llegado a la conclusión de que la intensa actividad de formación de estrellas dentro de estas galaxias en interacción energizó la emisión de hidrógeno y eliminó franjas de gas de su entorno, permitiendo que escapara la inesperada emisión de hidrógeno.
Esta imagen muestra la galaxia EGSY8p7, una galaxia brillante en el Universo temprano donde se ve la emisión de luz, entre otras cosas, de átomos de hidrógeno excitados: la emisión Lyman-α. La galaxia fue identificada en un campo de galaxias jóvenes estudiado por Webb en el estudio CEERS. En los dos paneles inferiores, la alta sensibilidad de Webb selecciona esta galaxia distante junto con sus dos galaxias compañeras, donde observaciones anteriores sólo vieron una galaxia más grande en su lugar.
En el gráfico con tres imágenes, la imagen superior, denominada “encuesta CEERS”, muestra muchas imágenes cuadradas de estrellas y galaxias, unidas según sus ubicaciones en el cielo. Un cuadrado está resaltado y un recorte en la parte inferior izquierda lo muestra ampliado, con la etiqueta «Webb/NIRCam». Se muestra un pequeño punto ampliado a la derecha, denominado «EGSY8p7» con un marcador de escala de «0,5 segundos de arco». Aquí se puede ver que la mancha son tres galaxias vecinas, que aparecen como manchas de colores con núcleos brillantes y distintos.