EarthCARE (Earth Clouds, Aerosols and Radiation Explorer), un nuevo satélite diseñado y construido por Airbus para la ESA con objeto de ayudar a los científicos a comprender mejor el cambio climático en las nubes, los aerosoles y la radiación, completó con éxito las pruebas de compatibilidad electromagnética en abril de 2023 y será lanzado el próximo año.
El impacto del cambio climático es visible todos los días en el planeta. Uno de los cambios más marcados que se está experimentando es el aumento de las temperaturas. Aunque los aumentos de temperatura se pueden analizar sobre el terreno, la información satelital proporciona una valiosa fuente de datos complementaria que ayuda a refinar los modelos de predicción.
Una mejor comprensión de cómo los diferentes elementos que impactan en el clima interactúan juntos es vital. El estudio de las nubes y los aerosoles -pequeñas partículas atmosféricas- es uno de ellos, ya que las nubes son un regulador clave de la temperatura media de la Tierra. Aquí es donde entra la misión científica EarthCARE, una empresa conjunta entre Europa (ESA) y Japón (JAXA), para cuantificar el papel que juegan las nubes y los aerosoles en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera terrestre.
Respaldo de investigadores
EarthCARE cuenta con el respaldo de más de 200 institutos de investigación de todo el mundo. Los científicos podrán utilizar los datos para crear modelos precisos del desarrollo de las nubes, su comportamiento, composición e interacción con los aerosoles.
Las nubes influyen en el equilibrio energético de la Tierra (el equilibrio entre la energía entrante del Sol y la energía saliente de la Tierra), el clima y el tiempo. Algunas nubes reflejan la energía solar de regreso al espacio, lo que contribuye al enfriamiento. Otros actúan como una «manta» radiactiva, bloqueando parte de la energía emitida desde la superficie de la Tierra y la atmósfera inferior y contribuyendo al calentamiento.
Además, los aerosoles influyen en el ciclo de vida de las nubes, ya que absorben y retienen agua o se convierten en el núcleo de las gotas de las nubes. Contribuyen indirectamente al forzamiento radiactivo, cuantificando el cambio en el presupuesto energético de la Tierra.
“Predecir las variaciones de temperatura es realmente difícil ya que los modelos contienen muchas incertidumbres y diferentes parámetros a tener en cuenta”, dice Maximilian Sauer, director del proyecto EarthCARE en Airbus Defence and Space. Los sistemas de nube son complejos y debido a que cambian y se mueven rápidamente, su estructura es difícil de simular. “Por primera vez, EarthCARE nos permitirá recopilar observaciones simultáneas de perfiles de nubes y aerosoles, junto con la radiación solar y térmica para mejorar los modelos climáticos”.
EarthCARE dará la vuelta a la Tierra en una órbita polar sincronizada con el Sol cruzando el ecuador a primera hora de la tarde para optimizar las condiciones de luz diurna. La misión medirá la estructura vertical y la distribución horizontal de los campos de nubes y aerosoles, junto con los niveles de radiación saliente.
Los modelos informáticos que se están desarrollando permitirán representaciones más precisas del proceso de calentamiento o enfriamiento que ocurre en nuestro planeta. Los datos también ayudarán a los científicos a aprender más sobre las interrelaciones entre las nubes y la lluvia, sus efectos sobre la radiación y el equilibrio entre las influencias de enfriamiento y calentamiento de las nubes.
Pruebas finales
El satélite EarthCARE, el Earth Explorer más grande y complejo hasta la fecha, llevará cuatro instrumentos científicos: un lidar y un radar para medir la distribución vertical de nubes y aerosoles, un generador de imágenes para recopilar información de nubes y aerosoles a lo largo de la trayectoria terrestre del satélite y un radiómetro de banda ancha para medir la energía solar reflejada saliente y la energía térmica emitida en la parte superior de la atmósfera.
Después de finalizar la integración en el pasado mes de junio, EarthCARE fue transportado desde el sitio de Airbus en Friedrichshafen, Alemania, al centro de tecnología ESTEC de la ESA, en los Países Bajos. Allí, se probó minuciosamente para asegurarse de que pudiera sobrevivir a las tensiones que se producen durante el lanzamiento y las condiciones ambientales que le esperan en órbita. En abril, completó su prueba de compatibilidad electromagnética para garantizar que los equipos eléctricos y electrónicos a bordo funcionen correctamente sin perturbar los instrumentos científicos. Con el hito importante del mes pasado, el satélite ahora está listo para el espacio.
Con la nueva misión EarthCARE, Airbus continúa apoyando a los científicos para comprender mejor nuestro clima al proporcionar datos valiosos que mejorarán los modelos actuales para la predicción del clima. Tras la misión Aeolus, Airbus sigue siendo pionera en tecnologías de vanguardia con ATLID, el instrumento lidar atmosférico, lo que convierte a la empresa en un especialista mundial en lidar espacial para proteger el planeta.