El satélite Copernicus Sentinel-6, que medirá el aumento del nivel del mar y el espesor de la capa de hielo, continúa sus pruebas en la sala blanca en el centro de ensayos espaciales de IABG, en Ottobrunn, cerca de Munich, antes de la preparación para su lanzamiento a finales de 2020 desde la base de la Fuerza Aérea de Vandenberg en California.
La Comisión Europea (CE) lidera el programa Copernicus en colaboración con la ESA. La CE, actuando en representación de la Unión Europea, es responsable de la iniciativa general, de establecer los requerimientos y de gestionar los servicios. Eumetsat operará el satélite y creará y entregará los productos. La Nasa y la NOAA aportan el radiómetro de microondas, el retrorreflector láser y el receptor GNSS-RO. Airbus es el líder industrial del proyecto e IABG es responsable de probar el satélite.
Entre 1993 y 2018, el nivel del mar se incrementó 3,2 mm de media al año en nuestro planeta. Esta tasa se ha acelerado en los últimos años y se espera que siga creciendo en el futuro. A fin de mantener un mayor control del nivel del mar, se precisan observaciones permanentes de los océanos de todo el mundo. Estas observaciones únicamente pueden llevarse a cabo desde el espacio por medio de satélites debido al enorme tamaño de los océanos, que cubren el 70% de la Tierra.
Para ello, Copernicus Sentinel-6 dispone de un altímetro radar, que constituye su sensor principal. Se trata del instrumento más adecuado para observar los niveles del mar y el grosor de la capa de hielo en las regiones polares. Además, el satélite incorpora diferentes instrumentos para la navegación y para la observación del vapor de agua.
Sentinel-6 cartografiará hasta el 95% de los océanos de nuestro planeta cada 10 días. Hasta ahora, una flota de satélites ha llevado a cabo la medición del nivel del mar: las misiones Topex-Poseidón y Jason de Francia y Estados Unidos, anteriores misiones de la ESA, como los satélites ERS, Envisat y CryoSat, así como el satélite Copernicus Sentinel-3.