El rover Perseverance de la misión Mars 2020 de la Nasa, en camino hacia el Planeta Rojo, está pasando estos días el control completo de funcionamiento. El equipo de la misión confirmó el pasado lunes que el subsistema de propulsión de la etapa de descenso, que ayudará a bajar el rover a Marte, está en buenas condiciones de funcionamiento.
Apenas 100 días y 268 millones de kilómetros separan la misión del rover Perseverance y el cráter Jezero del Planeta Rojo. El martes centró su atención en los instrumentos PIXL y SHERLOC del rover y este miércoles, el Lander Vision System pasó bajo el microscopio mientras que este jueves está previsto que lo haga el instrumento SuperCam. Para el 18 de diciembre, el equipo planea realizar una maniobra de corrección de trayectoria, utilizando los ocho propulsores de la etapa de crucero para refinar el camino de la nave espacial hacia Marte.
La misión ya ha realizado varios escenarios de prueba para ayudar a evaluar los procedimientos y capacitar a los controladores de la misión Mars 2020 para los hitos importantes que se avecinan. Durante algunas de estas pruebas de varios días de duración, el equipo se encuentra con desafíos inesperados presentados por colegas que desempeñan el papel de «gremlins». Incluso con los desafíos presentados durante un ensayo de aterrizaje el 29 de octubre, el equipo pudo aterrizar con éxito un rover Perseverance simulado en Marte.
Otro hito importante de la misión se ensayará a partir del próximo lunes cuando el equipo comience una simulación de cinco días de operaciones en superficie, incluida la conducción del rover y la realización de un muestreo. En diciembre, el equipo espera que aparezcan uno o dos gremlin.
El director del proyecto, John McNamee, de JPL, asegura que «entre el check out de la nave espacial, planificando y simulando nuestras operaciones de aterrizaje y superficie, todo el equipo está trabajando a contrarreloj hacia nuestra exploración del cráter Jezero».
Un objetivo clave de la misión de Perseverance en Marte es la astrobiología, incluida la búsqueda de signos de vida microbiana antigua. El rover caracterizará la geología del planeta y el clima pasado, allanará el camino para la exploración humana del Planeta Rojo y será la primera misión en recolectar y almacenar rocas y regolitos marcianos.
Las misiones subsiguientes, actualmente bajo consideración por la Nasa en cooperación con la Agencia Espacial Europea (ESA), enviarían naves espaciales a Marte para recolectar estas muestras almacenadas en caché de la superficie y devolverlas a la Tierra para un análisis en profundidad.
La misión Mars 2020 es parte de un programa más amplio que incluye misiones a la Luna como una forma de prepararse para la exploración humana del Planeta Rojo.