El Parlamento Europeo ha aprobado el nuevo Reglamento que establece el Programa para la Industria de Defensa Europea (EDIP), una norma destinada a reforzar la preparación industrial, estimular la adquisición conjunta de capacidades y consolidar la autonomía estratégica de la Unión. El texto, ya pactado informalmente con el Consejo, representa el primer instrumento de este tipo en la historia de la UE y se enmarca en un contexto marcado por la necesidad de modernizar la base tecnológica e industrial de defensa, fortalecer la fabricación local y aumentar el apoyo a Ucrania.
Con un presupuesto total de 1.500 millones de euros, el EDIP articula varias líneas de acción. Entre ellas, 300 millones se reservan al nuevo Instrumento de Apoyo a Ucrania, destinado a modernizar su industria de defensa y facilitar su integración con la europea. Además, se crea el Fondo para Acelerar la Transformación de las Cadenas de Suministro en el ámbito de la Defensa (FAST), que aspira a movilizar al menos 150 millones de euros adicionales mediante contribuciones financieras suplementarias.
El Parlamento defendió durante las negociaciones el aumento del presupuesto a través de contribuciones adicionales del instrumento SAFE (Acción por la Seguridad de Europa), subrayando la importancia de dinamizar la capacidad industrial del continente. El EDIP también permitirá a los Estados miembros redireccionar fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) que no hayan sido utilizados, canalizándolos hacia proyectos vinculados al programa.
Una de las disposiciones clave es el reforzamiento del principio de “comprar europeo”. Para acceder a financiación pública en adquisiciones de defensa, los componentes procedentes de terceros países no asociados no podrán superar el 35% del coste total, un umbral que busca impulsar la competitividad y el tejido industrial de la UE.
Cooperación ampliada y apoyo a Ucrania
El Reglamento permitirá financiar proyectos europeos de interés común con la participación de al menos cuatro Estados miembros, abriendo asimismo la puerta a la colaboración de Ucrania, que podrá integrarse en estos proyectos en condiciones similares. El nuevo Instrumento de Apoyo a Ucrania se orienta tanto a la modernización de su industria como a su progresiva articulación con la cadena de valor europea.
La aprobación del EDIP ha sido respaldada por una amplia mayoría de la Cámara, con 457 votos a favor, 148 en contra y 33 abstenciones. Las valoraciones de los ponentes reflejan la ambición y el alcance del nuevo marco. Para Marie-Agnes Strack-Zimmermann (Renew, Alemania), presidenta de la comisión de Seguridad y Defensa, el programa supone “un paso importante hacia un enfoque más eficiente, rápido y auténticamente europeo de la contratación pública en defensa”, y se perfila como referencia para la cooperación industrial más allá de 2027.
En la misma línea, Raphaël Glucksmann (S&D, Francia) destacó que “EDIP es el primer instrumento de defensa de la UE verdaderamente europeo”, subrayando su valor para reforzar la resiliencia y soberanía de la Unión en un contexto de amenazas crecientes. Señaló también que la inversión conjunta y la integración con la industria ucraniana serán esenciales para proteger de forma “eficaz y autónoma” las democracias europeas.
Por su parte, François-Xavier Bellamy (PPE, Francia), coponente en la comisión de Industria, Investigación y Energía, afirmó que el programa constituye “un gran paso adelante para la seguridad del continente europeo y el desarrollo de nuestra industria de defensa”. Destacó que el EDIP contribuirá a revertir décadas de dependencias que ponían en riesgo la soberanía industrial, reforzando la capacidad europea para dotar a sus fuerzas armadas de medios adecuados sin recurrir a proveedores externos.
Próximos pasos y contexto industrial
Tras su aprobación parlamentaria, la norma queda pendiente de la ratificación formal por parte de los Estados miembros antes de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
El impulso del EDIP se produce en un sector donde la base industrial y tecnológica europea está compuesta por grandes grupos multinacionales, empresas de tamaño medio y más de 2.000 pymes, con una facturación conjunta estimada en 70.000 millones de euros anuales. El nuevo programa pretende actuar como puente entre medidas de emergencia a corto plazo —como ASAP y EDIRPA— y una arquitectura más estructural, orientada a un horizonte de largo plazo para la defensa europea.
Con ello, la Unión busca consolidar una estrategia común que refuerce la resiliencia industrial, potencie la cooperación transfronteriza y permita responder a un panorama geopolítico cada vez más exigente.











