El Gobierno federal de México acordó el pasado viernes, en una reunión con sindicatos y exempleados de la aerolínea Mexicana de Aviación, adquirir la marca y demás activos de la compañía por 42 millones de dólares y convertirla en una aerolínea dirigida por militares retirados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Según medios locales, el acuerdo sobre la que fuera la aerolínea más grande de América Latina, fundada hace un siglo y que dejó de operar hace años y finalmente quebrada, fue firmado, aunque faltan concretar algunos extremos.
Para este lunes está previsto que el Gobierno federal levante las acciones legales vigentes contra la compañía declarada en quiebra hace nueve años. Los sindicatos acudirán a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para retirar las demandas presentadas por la falta de liquidación de los trabajadores
El pasado mes de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su Gobierno ya había tomado la decisión de entregar el avión presidencial, que sacó a subasta hace año y medio, a Mexicana de Aviación, preparada para reiniciar las operaciones este año y que el Ejecutivo estaba en conversaciones con Boeing para el alquiler de aviones.