Christopher Anthony Hohn, gestor del fondo británico de cobertura TCI, con participación en el capital social de Airbus y Aena, entre otras muchas empresas, ha amenazado a los directores de las compañías en las que participa y que no divulgan sus emisiones de C02, según informa el diario Financial Times.
Hohn, en carta dirigida a esas empresas, advierte que o mejoran su divulgación de contaminación o votará en contra de sus directores y pidió a los propietarios de activos que despidan a los administradores de fondos que no insistieron en la transparencia climática, según las cartas vistas por el diario británico.
«Los propietarios de activos deben despedir a los administradores de activos que no requieren dicha divulgación», dijo el administrador de TCI, que tiene una participación del 4,68 en el gestor aeroportuario español y es su mayor accionista privado.
La decisión de TCI, un fondo que administra 28.000 millones de dólares, se produce cuando los inversores están cada vez más preocupados por cómo los riesgos climáticos afectarán a sus carteras. Ninguno de los principales centros financieros del mundo ha hecho obligatoria la divulgación del riesgo climático, aunque los reguladores en Londres lo están sopesando.
«Invertir en una compañía que no revela su contaminación es como invertir en una compañía que no revela su balance«, dijo Hohn. «Si los gobiernos no obligan a la divulgación, los inversores pueden obligarla ellos mismos».
La medida de TCI se adelanta a las conversaciones climáticas de la ONU en Madrid esta semana, y cuando el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, un firme defensor de una mayor divulgación del riesgo climático, anunció que asumirá un nuevo puesto como enviado de la ONU para la acción y las finanzas climáticas a partir de febrero
Hohn, cuya organización benéfica personal, la Fundación del Fondo de Inversión para Niños, dona alrededor de 150 millones de dólares al año a grupos ecologistas, dijo que era hora de que los inversores se unieran en la lucha para salvar la Tierra.
«Los inversores no necesitan esperar a los reguladores que están dormidos en el interruptor y no quieren o no pueden regular las emisiones adecuadamente», dijo. “Pueden usar su poder de voto para forzar cambios en las compañías que se niegan a tomar en serio sus emisiones ambientales. Los inversores tienen el poder y tienen que usarlo».
Entre los actores climáticos pobres en la cartera de TCI se incluyen Airbus, Moody’s, Anthem, Aena, Atlantia, Canadian Pacific, Getlink y Univar, todos los cuales han hecho cierto grado de divulgación.