El fabricante de motores MTU apuesta por el hidrógeno como una opción de futuro muy atractiva que “debería usarse como combustible de inmediato”, asegura Lars Wagner, director de operaciones de MTU.
De este modo, el principal fabricante de motores de Alemania ve tres usos posibles para el hidrógeno. En primer lugar, convertido en combustible de aviación sostenible (SAF), donde el hidrógeno podría verterse en aviones y motores existentes.
Además, la combustión directa de hidrógeno líquido en turbinas de gas también es posible en términos técnicos. Eso requeriría algunos ajustes en el motor, especialmente en la cámara de combustión, que se cree que podría hacerse en unos pocos años.
Por el contrario, los fabricantes de infraestructura y aviones esperan desafíos mucho mayores, ya que tendrán que encontrar formas de proporcionar y transportar el hidrógeno líquido y luego llevarlo dentro de los tanques apropiados dentro de la aeronave.
A largo plazo, MTU apuesta por una tercera opción para utilizar hidrógeno: convertirlo en electricidad mediante una pila de combustible. Esta tecnología promete emisiones casi nulas, pero aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo en aplicaciones de propulsión de aviones.
“Tenemos un equipo establecido de expertos trabajando en ello en Munich. De hecho, en agosto, MTU se asoció con el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) para lanzar un proyecto cooperativo con el objetivo de demostrar la nueva tecnología en un Do228”, asegura Stefan Weber, vicepresidente Senior de Programas Avanzados de Tecnología e Ingeniería en MTU en Múnich.
El trabajo de desarrollo de MTU también se centra en un mayor desarrollo de la turbina de gas para aprovechar toda la cantidad de potencial disponible. Optimizado aún más y combinado con conceptos de accionamiento revolucionarios que mejoran significativamente el ciclo, se pueden lograr reducciones considerables en todas las emisiones.
MTU se está centrando actualmente en lo que se conoce como motor WET (Turbofan mejorado con agua). Este concepto reduce el consumo de combustible en más del 15%, independientemente del tipo de combustible, reduce considerablemente todas las emisiones, especialmente los niveles de NOx, y, según las estimaciones iniciales, también reduce la formación de estelas de condensación.
Lars Wagner explica que “necesitamos ambos conceptos de propulsión, una turbina de gas optimizada combinada con tecnología WET y pilas de combustible, porque tienen diferentes áreas de aplicación”.
La pila de combustible impulsada por hidrógeno es especialmente adecuada para aviones de corto a medio recorrido, ya que requiere menos volumen de tanque que en el caso de los aviones de largo recorrido. Para este tipo de aviones, las turbinas de gas seguirán teniendo sentido en el futuro previsible.