La misión Artemisa I se ha completado con su amerizaje en el Pacífico el pasado domingo tras su periplo por los alrededores de la Luna guiada de forma segura por el Módulo de Servicio Europeo (ESM), construido por Airbus, que ha llevado con éxito la nave espacial Orion de la Nasa hasta más allá de nuestro satélite y de regreso a casa.
El pasado domingo finalizó la misión Artemisa I de 26 días de duración cuando el módulo de tripulación Orion amerizó en el Océano Pacífico. La parte de la misión del EMS llegó a su fin solo 40 minutos antes del amerizaje cuando se separó de la cápsula de la tripulación y se quemó, como estaba previsto, en la atmósfera terrestre. Esto marcó el final de un largo viaje para el primer ESM. Airbus ha estado trabajando en este objetivo durante más de 10 años y ahora está hecho.
Marc Steckling, director de Exploración Espacial, dijo que «fue un momento hermoso con sentimientos encontrados para nosotros. Nuestro ESM realmente ha hecho un trabajo extraordinariamente bueno. Esto es, por supuesto, gracias al fantástico trabajo de todo el equipo, desde el diseño hasta la construcción, probar y luego brindar apoyo las 24 horas del día para asegurar este desempeño durante la misión. Sin embargo, tuvimos que despedirnos de nuestro bebé, porque solo la cápsula de la tripulación regresó a la Tierra. Esto sucederá con cada ESM, que se quermarán en la atmósfera de la Tierra de manera controlada».
El desarrollo y la construcción del ESM se decidió en 2012 en la Conferencia del Consejo Ministerial. Desde entonces, se han invertido alrededor de 1,05 millones de horas de trabajo de Airbus en el módulo para ensamblar las 22.000 piezas, los 33 propulsores y 12 kilómetros de cables. Durante años, se ha puesto a prueba para garantizar que pueda soportar las condiciones adversas en el espacio. Pero si todo ha funcionado realmente como se esperaba, al final solo se puede ver en condiciones reales, cuando las diferencias de temperatura asumen proporciones inimaginables, las fuerzas G del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la Nasa y la quema de la etapa superior realmente actúan sobre la estructura y la nave espacial está expuesta al vacío del espacio.