Con la incorporación del Euromale al Ejército del Aire y del Espacio español se abre para el Ala 37 un nuevo y apasionante episodio adaptado a los tiempos que corren mientras se despide del Aviocar, un veterano avión versátil, de fácil maniobrabilidad y gran fiabilidad, con el que ha participado en infinidad de misiones y ha alcanzado muchos logros.
El Euromale es un sistema no tripulado, desarrollado por España, Francia, Alemania e Italia, que pretende operar a media altitud y con gran autonomía. Entre las empresas encargadas de su desarrollo y fabricación está Airbus Defence and Space España.
España adquirirá 12 de las primeras 60 unidades que se pondrán a disposición de los países participantes aumentando con ello la capacidad del Ejército del Aire y del Espacio, para facilitar la prevención de conflictos internacionales y la gestión de crisis. Las 12 unidades se reparten en cuatro sistemas compuestos por tres drones y dos estaciones de control en tierra cada una de ellas. Desde estas últimas, los pilotos dirigirán los movimientos del dron y supervisarán el correcto funcionamiento de los sensores y las cámaras que incorporen durante la misión.
El programa del Euromale, también conocido como EuroDrone, está en fase de revisión crítica del diseño, lo que representa el paso final y el cierre de la arquitectura y el diseño del sistema. Se trata de un desarrollo dotado de tecnología innovadora cuya pretensión es convertirse en uno de los principales pilares de cualquier futuro sistema aéreo de combate.
El Euromale se proyecta como una plataforma con una masa de unas 10 toneladas, una envergadura de 26 metros, una longitud de 16 metros y una altura de seis metros. Todo apunta a que el primer aparato sea entregado al Ejército del Aire y del Espacio en 2029, si todo va tal y como se está desarrollando en la actualidad, evento que es esperado con gran ilusión en la base aérea de Villanubla, en Valladolid.
El éxito del Aviocar
En marzo de 1974, Construcciones Aeronáuticas SA (CASA) puso en circulación el primer Aviocar (T12). Han sido muchas las misiones llevadas a cabo con él por el Ejército del Aire de España. Desde la evacuación del Sahara español en 1975-76, a la campaña de colaboración con los sistemas de radares de defensa antiaérea del Mando de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra y de los navíos de la Armada, pasando por las de lanzamiento de paracaidistas. Igualmente, han servido en escenarios internacionales tan distintos como el desierto de Namibia o los Balcanes, además de pasar casi 14 años destacados en Guinea Ecuatorial.
En 1989, personal del Ala 37 participó junto con personal del Ala 35 en la misión auspiciada por Naciones Unidas en Namibia, bajo el nombre de UNTAG (Grupo de Asistencia para la Transición de Namibia), con lo que se conseguía formar a tripulaciones y mecánicos que pocos años más tarde operarían y mantendrían el T12 desde la propia base aérea de Villanubla. Desde entonces y hasta hoy, el Ala 37 ha operado ininterrumpidamente el T12B.
La reducción de la flota de Aviocar en activo y las dificultades para encontrar repuestos para este veterano de los cielos españoles, ha llevado al Ejército del Aire y del Espacio a tomar la decisión de concentrar los últimos aparatos operativos en la Escuela Militar de Paracaidismo, en Alcantarilla, Murcia.