Rolls‑Royce ha cerrado un hito significativo en su programa Orpheus al completar 100 campañas de ensayo con 20 configuraciones de motor distintas en apenas 36 meses. El proyecto, desarrollado en el centro de Bristol en estrecha colaboración con el Ministerio de Defensa británico (MOD) y una cadena de suministro dominada por pymes, confirma la eficacia de un modelo de aprendizaje rápido diseñado para acortar radicalmente los ciclos de desarrollo de las futuras plantas motrices de defensa.
Orpheus es un demostrador tecnológico de turbofán bimotor (twin‑spool) de nueva generación cuyo objetivo es madurar soluciones para programas como el Future Combat Air System (FCAS) y para los Autonomous Collaborative Platforms en fase de definición. La agilidad demostrada, con un centenar de eventos de ensayo —tanto en banco como en pruebas de componente— distribuidos en solo tres años, evidencia la capacidad de iterar diseños, fabricar piezas y validar resultados en tiempos récord.
La iniciativa se apoya en equipos multidisciplinares que comparten en tiempo real los datos de cada prueba, de modo que el diseño y la fabricación se ajustan casi de forma simultánea. Esta filosofía de iteración continua ha involucrado a un número destacado de pequeñas y medianas empresas británicas, muchas de ellas debutando en el sector de defensa, lo que aporta capacidad disruptiva y enfoques novedosos al proceso.
Para Rolls‑Royce, el éxito del modelo valida un cambio cultural que busca transitar de los tradicionales ciclos de desarrollo largos a procesos modulares y escalables, adaptables a diferentes requisitos de empuje y tamaño de plataforma. La compañía subraya que este modo de trabajo será decisivo para responder a la demanda de sistemas de propulsión flexibles, eficientes y de rápida integración que exige el combate aéreo de sexta generación.
Próximos pasos
Tras superar las 100 campañas, Orpheus continuará su hoja de ruta con ensayos de nuevos materiales de alta temperatura, técnicas avanzadas de fabricación aditiva y sistemas de control de motor digital. La validación de estas tecnologías permitirá tomar decisiones tempranas sobre la arquitectura definitiva que equipará a los futuros demostradores FCAS y a vehículos aéreos no tripulados de altas prestaciones.
El MOD considera que la madurez alcanzada refuerza la soberanía industrial del Reino Unido en turbinas militares y allana el camino para futuras colaboraciones internacionales dentro del programa FCAS. Por su parte, Rolls‑Royce confía en que la experiencia de Orpheus marque un antes y un después en la manera de concebir y certificar motores de defensa: más rápida, más abierta y más competitiva.
Pauli Markkanen, vicepresidente de OrpheusWorks – Product en Rolls‑Royce, subrayó que la cifra demuestra “nuestra capacidad para ofrecer nueva capacidad de propulsión a gran velocidad” y resaltó el potencial dual‑use de los avances logrados, con posibles derivadas en aviación civil.
Los 100 eventos de prueba han permitido:
– Madurar la arquitectura del demostrador, lo que habilita una futura familia de motores escalables para diversas plataformas tripuladas y no tripuladas.
– Validar componentes críticos y reducir riesgos tecnológicos, acortando los plazos para alcanzar niveles de preparación TRL superiores.
– Implementar instrumentación novedosa que proporciona datos de alta resolución y nutre otros programas de Rolls‑Royce y del MOD.
El esquema de trabajo, basado en ensayos cortos, retroalimentación inmediata e iteración constante, se perfila como modelo para acelerar la innovación en toda la cadena aeroespacial. Según la empresa, esta estrategia ya impulsa su iniciativa Grow Combat, orientada a reforzar el tejido industrial y la base de talento en Reino Unido en áreas de power & propulsion.