El cohete suborbital reutilizable New Shepard de la empresa norteamericana Blue Origin logró finalmente despegar y aterrizar en una prueba realizada este martes. El ensayo llevó tecnología relacionada con el cultivo de alimentos en el espacio, que podría ser utilizada para las próximas misiones de la Nasa.
El lanzamiento trataba de probar las tecnologías de alunizaje de precisión para permitir aterrizajes exactos y suaves en la Luna y otros mundos. La trayectoria de vuelo del cohete es relevante para los aterrizajes lunares, brindando una oportunidad única para madurar sensores y algoritmos para su uso potencial en misiones de Artemisa.
Se trata del cohete con mayor desarrollado de Blue Origin y aunque aún se encuentra en fase de pruebas, se pretende utilizar para llevar y traer personas a y del espacio.
La Dirección de Misiones de Tecnología Espacial (STMD) de la Nasa seleccionó a Blue Origin para un contrato Tipping Point en 2018 para ayudar a aumentar el acceso a las superficies planetarias. “Esta asociación público-privada es un gran ejemplo de cómo la Nasa y la industria trabajan juntas en objetivos comunes: explorar más espacios de la Luna y eventualmente llevar astronautas a Marte”, dijo Jim Reuter, administrador asociado de la STMD.
Los sensores y el software especializado son fundamentales para el conjunto de tecnología de aterrizaje seguro y preciso: evolución de capacidades integradas (SPLICE) de la Nasa. Esta prueba de vuelo, la primera de dos bajo la asociación Tipping Point, demostrará el rendimiento de dos sistemas de sensores de aterrizaje de precisión desarrollados por la Nasa, algoritmos avanzados y una nueva computadora.