Los trabajadores del Centro Kennedy montaron la etapa interina de propulsión criogénica encima del adaptador de la etapa del vehículo de lanzamiento del cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) para la misión Artemisa I.
La misión alcanzó un nuevo hito esta semana dentro del Edificio de Ensamblaje de Vehículos (VAB) en el Centro Espacial Kennedy de la Nasa. El pasado lunes, los equipos que trabajan con los Sistemas de Exploración Terrestre y la empresa contratista Jacobs montaron la etapa interina de propulsión criogénica (ICPS) encima del cohete SLS.
El motor RL-10 de la ICPS está alojado dentro del adaptador de la etapa del vehículo de lanzamiento, el cual protegerá el motor durante el lanzamiento. El adaptador conecta la etapa central del cohete con la ICPS, el cual fue construido por Boeing y United Launch Alliance.
La ICPS encenderá su motor RL-10 para enviar la nave espacial Orion hacia la Luna. Su módulo de servicio, de construcción europea, proporcionará la potencia para llevar la nave espacial a un viaje a muchos miles de kilómetros más allá de la Luna.
Antes de conectar la nave espacial Orion al cohete, los equipos realizaron una serie de pruebas para asegurar de que todos los componentes del cohete se comunican adecuadamente entre sí, con el equipamiento de los sistemas terrestres y con el Centro de Control de Lanzamiento.
La ICPS fue transportada al VAB el 19 de junio, después de que los técnicos en la Instalación de Procesamiento de Cargas Múltiples en el Centro Espacial Kennedy completaron el servicio de mantenimiento a los equipos de vuelo en su interior.
Artemisa I, que será lanzado este año, será un vuelo de prueba no tripulado de la nave espacial Orion y el cohete del SLS como un sistema integrado en anticipación a las misiones con astronautas. Mediante Artemisa, la Nasa aspira a llevar a la Luna a la primera mujer y la primera persona de color y establecer una presencia duradera en la Luna y sus alrededores mientras se prepara para las misiones tripuladas a Marte.