El avión eléctrico X-57 Maxwell, que la Nasa está desarrollando actualmente, ha utilizado el sistema de adquisición LAN-XI de Hottinger Brüel & Kjaer (HBK) para recopilar los datos de los acelerómetros que lleva instalados por toda la estructura del avión.
De este modo, para garantizar que este novedoso avión experimental cumple los criterios de eficiencia energética y aeronavegabilidad, la Nasa ha llevado a cabo una serie de ensayos de vibración en tierra exhaustivos, con acelerómetros instalados por toda la estructura del avión, en los que simula las tensiones que experimentará el avión en condiciones reales de vuelo.
Con ello, la Nasa quería demostrar la viabilidad de un avión eléctrico, coincidiendo con el creciente auge de los medios de transporte eléctricos. El resultado ha sido el avión X-57 «Maxwell» que, en lugar de los motores de gasolina habituales, utiliza dos motores totalmente eléctricos alimentados por baterías de tracción.
Además, de la plataforma LAN-XI, la Nasa también ha utilizado el software BK Connect, también de HBK, para analizar los datos obtenidos a lo largo de 191 ciclos de ensayo, con 14 configuraciones diferentes. Estos ensayos de vibraciones en tierra han ayudado a la agencia estadounidense a entender mucho más a fondo las características modales del X-57, en su versión actual Mod II.
Ahora, el equipo de proyecto del X-57 tiene ante sí la tarea de actualizar su modelo de elementos finitos. Afortunadamente, los ensayos le han proporcionado todos los datos necesarios para ello.