El astronauta danés de la ESA, Andreas Mogensen, ha sido asignado a una misión de larga duración a la Estación Espacial Internacional (ISS) y se prevé que vuele como piloto de una nave espacial Crew Dragon a mediados de 2023 o principios de 2024.
La asignación la anunció el director general de la ESA, Josef Aschbacher, durante la conferencia nacional sobre espacio del Ministerio de Educación Superior y Ciencia de Dinamarca, que ha tenido lugar este jueves en el país nórdico.
Esta será la primera misión de larga duración para Andreas, que en 2015 ya voló a la Estación en una misión de 10 días llamada Iriss. Se trata, además, de la primera vez en la que se designa a un astronauta asociado no estadounidense como piloto para una misión SpaceX de la Nasa.
“Para mí supone un orgullo anunciar la asignación del astronauta de la ESA Andreas Mogensen a un vuelo espacial de larga duración. Se está preparando, además, para convertirse en el primer astronauta no estadounidense en pilotar una nave Crew Dragon”, declaró el director general de la ESA.
“Desde su primer vuelo en 2015, Andreas ha sido un miembro de gran valor para el equipo de astronautas de la ESA como enlace entre los astronautas europeos y el Centro Espacial Johnson (JSC) en Houston, Texas. Con frecuencia ha guiado por radio desde el control de la misión a los astronautas durante sus paseos espaciales, y estoy deseando escuchar su voz, de nuevo por radio, desde el espacio. Su designación como piloto demuestra la estrecha relación entre la ESA y la NASA, reforzando nuestras capacidades en la órbita terrestre baja y exploramos aún más el espacio”, agregó.
El primer danés en órbita
Mogensen es el primer ciudadano danés que vuela al espacio, y en su misión Iriss hubo gran actividad. Mientras que la mayoría de los astronautas cuentan con una semana para aclimatarse a su nuevo entorno, Andreas trabajó 90 minutos extra todos los días para contribuir a más de 20 experimentos de la ESA centrados en nuevos métodos de operar y probar tecnologías.
Entre estos se incluyeron pruebas como la de una membrana de limpieza de agua que replica los procesos naturales, unas gafas que se pueden utilizar sin necesidad de recurrir a las manos durante tareas complejas y un traje que se ajusta al cuerpo para aliviar los dolores de espalda, que son frecuentes entre los astronautas. Igualmente, Andreas controló de forma remota tres róvers diferentes en Tierra en su proceso de preparación para misiones a gran distancia en nuestro sistema solar y filmó fenómenos tipo relámpago conocidos como «Blue Jets» y «Red Sprites» en calidad de precursor del Monitor de Interacciones Atmósfera-Espacio (ASIM), instalado en 2018.
A bordo de una nave ‘Dragon’
Mogensen ha sido asignado como piloto de apoyo en la Crew-6 y se prevé que desempeñe este papel en una nave espacial Crew Dragon como miembro titular de la misión Crew-7. Entre la tripulación de esta última, figura la astronauta de la Nasa Jasmin Moghbeli, nacida en Bad Nauheim, Alemania, en lo que supone su primer vuelo al espacio.
“Llevo deseando esto desde el momento en que aterricé de mi primera misión, el 12 de septiembre de 2015”, ha dicho Mogensen. “La ISS constituye un laboratorio único en el que podemos trabajar en investigaciones y desarrollo tecnológico revolucionarios. Tengo muchas ganas de volver allí. La exploración espacial se basa fundamentalmente en ampliar nuestros conocimientos y nuestros horizontes, y en construir el mundo en el que queremos vivir en el futuro. No hay nada más fascinante que eso”, ha dicho.
Andreas Mogensen será el próximo astronauta de la ESA en volar después de Samantha Cristoforetti, que formará parte del lanzamiento de Crew-4 en el próximo mes de abril.