Tras los avistamientos de drones a última hora del jueves y viernes, y otros avistamientos a primera hora de la mañana del sábado, se interrumpieron y retrasaron las operaciones aéreas previstas para el pasado fin de semana en el aeropuerto de Múnich, el segundo más importante de Alemania. Los vuelos despegaron puntualmente el domingo, aunque las autoridades del aeropuerto temían que pudieran presentarse algunas secuelas en algunos casos.
De los más de 1.000 despegues y aterrizajes previstos para el sábado, las aerolíneas cancelaron alrededor de 170 vuelos durante el día por motivos operativos. Según informó el aeropuerto, como en noches anteriores, se colaboró con las aerolíneas para atender de inmediato a los pasajeros en las terminales. Estas actividades continuaron el sábado por la noche y hasta el domingo por la noche. Se instalaron numerosas camas plegables y se distribuyeron mantas, colchones inflables, bebidas y refrigerios. Además, algunas tiendas, restaurantes y una farmacia en la zona pública ampliaron su horario y permanecieron abiertos durante toda la noche. Además de numerosos empleados del aeropuerto, aerolíneas y proveedores de servicios, numerosos voluntarios también estuvieron de servicio.
“Cuando se sospecha el avistamiento de un dron, la seguridad de los viajeros es la máxima prioridad. Hace años que se establecen canales de información entre el control de tráfico aéreo, el aeropuerto y las autoridades policiales. Es importante destacar que la detección y la defensa contra drones son tareas soberanas y responsabilidad de la policía federal y estatal”, informaron las autoridades aeroportuarias.
El canciller alemán, Friedrich Merz, dijo que asumía que Rusia estaba detrás de muchos de los drones avistados sobre Alemania este fin de semana, potencialmente incluidos aquellos que interrumpieron docenas de vuelos y dejaron varados a más de 10.000 pasajeros en el aeropuerto de Múnich.











