El director de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, Steve Dickson, realizó este miércoles un vuelo de prueba de dos horas de duración a los mandos de un Boeing 737 MAX, un hito clave para que el avión obtenga la aprobación para reanudar los vuelos después de año y medio de inmovilización tras dos trágicos accidentes.
Dickson y el administrador adjunto de la FAA, Dan Elwell, estuvieron en Seattle esta semana, completando la capacitación recomendada para los pilotos de este avión como parte de la preparación para el vuelo. Pero Elwell no viajó a bordo del B737 MAX que voló el miércoles pasado, según informó la FAA.
Dickson, un ex piloto militar y comercial, y otros pilotos de la FAA y Boeing despegaron del Aeropuerto Internacional del Condado de King, también conocido como Boeing Field, en el área de Seattle y aterrizaron dos horas después.
Dickson ha dicho en repetidas ocasiones que no cerraría la sesión hasta que él mismo volara en este avión y estuviera “satisfecho de que pondría a mi propia familia en él sin pensarlo dos veces”.
Dickson probó una serie de mejoras de diseño y operaciones de Boeing destinadas a prevenir desastres similares a los ocurridos hace año y medio. En ambos accidentes, un sistema de control defectuoso conocido como MCAS, activado por datos defectuosos de un solo sensor de flujo de aire, empujó repetidamente y con fuerza hacia abajo el avión mientras que los pilotos luchaban por intervenir.
Si el vuelo de Dickson y las revisiones más amplias van bien, es probable que la FAA levante su orden de puesta a tierra en EEUU a finales de noviembre, aseguran fuentes de la industria, lo que coloca al MAX en el camino de reanudar el servicio comercial potencialmente antes de fin de año.
Ese cronograma coincide con los comentarios de la semana pasada del homólogo de Dickson en Europa, Patrick Ky, quien dijo que la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) espera levantar su prohibición técnica «no mucho» después de la FAA, pero podrían llevar más tiempo las autorizaciones operativas nacionales necesarias para que las aerolíneas individuales reanuden el vuelo.