Boeing ha desvelado el contenido de más de un centenar de páginas de comunicaciones internas de empleados de la compañía con comentarios muy críticos sobre el desarrollo del 737 MAX, incluido uno que decía que el avión fue «diseñado por payasos que a su vez son supervisados por monos».
Los documentos fueron enviados este jueves a las Comisiones de la Cámara y el Senado que han estado investigando el diseño del avión de Boeing. También fueron revelados por la compañía a la Administración Federal de Aviación (FAA), a los reguladores internacionales de aviación y a los medios informativos con la disculpa por parte de Boeing por el contenido de tales documentos.
“Estas comunicaciones contienen un lenguaje provocativo y, en ciertos casos, plantean preguntas sobre las interacciones de Boeing con la FAA en relación con el proceso de calificación del simulador. No reflejan la compañía que somos y necesitamos ser, y son completamente inaceptables», dijo Boeing. «Lamentamos el contenido de estas comunicaciones y le pedimos disculpas a la FAA, al Congreso, a nuestros clientes de aerolíneas y a los pasajeros».
“Como compañía, hemos realizado cambios significativos para mejorar nuestros procesos de seguridad, organizaciones y cultura. El lenguaje utilizado en estas comunicaciones, y algunos de los sentimientos que expresan, son inconsistentes con los valores de Boeing, y la compañía está tomando las medidas adecuadas en respuesta. En última instancia, esto incluirá medidas disciplinarias u otra acción del personal, una vez que se completen las revisiones necesarias”, señala Boeing en su comunicado.
En un intercambio de mensajes el 8 de febrero de 2018, cuando el avión estaba operativo y ocho meses antes del primero de los dos trágicos accidentes, un empleado de Boeing le preguntó a otro: «¿Pondrías a tu familia en un avión entrenado en el simulador MAX? Yo no».
En particular, algunas de las comunicaciones revelan los esfuerzos de Boeing para evitar la capacitación en simuladores de pilotos, un proceso costoso y lento para el 737 MAX, inmovilizado desde el pasado mes de marzo después de que dos accidentes en un intervalo de cinco meses provocaran la muerte de 346 personas.
La publicación de los mensajes, que resaltan una cultura agresiva de reducción de costes y falta de respeto hacia la FAA, profundiza la crisis en Boeing, que todavía está luchando por recuperar su avión más vendido.
Sin embargo, la FAA dijo que los mensajes no plantean nuevas preocupaciones de seguridad, aunque «el tono y el contenido de algunos de los documentos son decepcionantes».
La revelación, que según Boeing era en interés de la transparencia con la FAA, también provocó un renovado escándalo de los legisladores estadounidenses de ambos partidos políticos y ejerce más presión sobre el nuevo CEO de Boeing, David Calhoun, para que revise la cultura de la compañía cuando tome el mando el próximo lunes.
El presidente del Comité de Transporte de la Cámara de Representantes, Peter DeFazio, quien ha estado investigando el MAX, dijo que los mensajes «pintan una imagen profundamente inquietante de lo que Boeing aparentemente estaba dispuesto a hacer para evadir la investigación de los reguladores, las tripulaciones de vuelo y los pasajeros, ya que sus propios empleados encendían las alarmas internamente».