El Covid-19 ha perturbado la industria de las aerolíneas en su temporada alta de viajes, como revela un estudio realizado por Gallup que revela que aproximadamente la mitad de los adultos estadounidenses que volaron al menos una vez al año antes de la pandemia (52%) actualmente dicen que no se sentirían cómodos volando.
Esta cifra varía significativamente según la edad y la afiliación política. Así, el 69% de los viajeros aéreos estadounidenses de 55 años o más dicen que no se sentirían cómodos volando, en comparación con el 33% de los que tienen entre 18 y 34 años.
Estos resultados se basan en más de 10.000 encuestas en línea completadas del 2 al 14 de julio como parte del Estudio de Economía de la Recuperación de Franklin Templeton-Gallup.
“Para que la industria de las aerolíneas de EEUU se recupere de la crisis actual, será fundamental que los líderes de la industria tengan información confiable sobre cuándo y en qué condiciones los pasajeros se sentirán cómodos al regresar a los viajes aéreos”, señala el trabajo que señala que se pueden comprobar diferencias en el nivel de comodidad por grupo de edad dado que los adultos mayores son más vulnerables a enfermedades graves por Covid-19. Pero el alcance de esas diferencias es especialmente digno de mención dado que los baby boomers y los jubilados son segmentos importantes del mercado para los viajes de placer.
La afiliación política también muestra vínculos importantes con las actitudes de los viajeros aéreos estadounidenses sobre volar. Actualmente, aproximadamente seis de cada 10 demócratas (59%) dicen que no se sentirían cómodos volando en absoluto, en comparación con aproximadamente cuatro de cada 10 republicanos (42%). Los independientes se inclinan más hacia las opiniones de los demócratas, en un 54%.
Muchos viajeros aéreos que se sienten cómodos volando son más reacios a vuelos más largos. Cuando se les preguntó si actualmente se sentirían cómodos tomando vuelos de varias duraciones, casi la mitad dijo que estaría de acuerdo con tomar uno que durara menos de dos horas (44%) o de dos a tres horas (47%). Sin embargo, esta cifra se reduce a poco más de una cuarta parte (27%) para los vuelos que duran de cuatro a seis horas y a aproximadamente una quinta parte (21%) para los de más de seis horas.