EEUU se compromete a no realizar pruebas destructivas de misiles antisatélite de ascenso directo (ASAT) y quiere establecer esto como una nueva norma internacional por un comportamiento responsable en el espacio, anunció el pasado lunes la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California.
La vicepresidenta también hizo un llamamiento a otras naciones para que asuman compromisos similares y trabajen juntos para establecer esto como una norma, argumentando que tales esfuerzos benefician a todos los países.
En la primera reunión del Consejo Nacional del Espacio de la Administración Biden-Harris en diciembre, la vicepresidenta encargó al personal del Consejo de Seguridad Nacional trabajar con los Departamentos de Defensa y de Estado, así como con otras agencias de seguridad nacional para desarrollar propuestas de normas espaciales de seguridad nacional que avancen intereses estadounidenses y preservar la seguridad y sostenibilidad del espacio. El compromiso anunciado ahora es la primera iniciativa de este esfuerzo. EEUU es la primera nación en hacer tal declaración.
Este compromiso aborda una de las amenazas más apremiantes para la seguridad y la sostenibilidad del espacio, como lo demostró la prueba destructiva de misiles ASAT de ascenso directo de Rusia en noviembre de 2021. La República Popular de China realizó una prueba similar en 2007. La destrucción de objetos espaciales a través de pruebas de misiles ASAT de ascenso directo es imprudente e irresponsable. Los desechos de larga duración creados por estas pruebas ahora amenazan los satélites y otros objetos espaciales que son vitales para la seguridad, los intereses económicos y científicos de todas las naciones, y aumentan el riesgo para los astronautas en el espacio. En general, estas pruebas ponen en peligro la sostenibilidad a largo plazo del espacio ultraterrestre y ponen en peligro la exploración y el uso del espacio por parte de todas las naciones.
Desarrollar una comprensión compartida de lo que constituye actividades espaciales seguras y responsables contribuye a un entorno espacial más estable al reducir el riesgo de errores de comunicación y de cálculo. Esto es especialmente importante ya que hay un número cada vez mayor de estados y entidades no gubernamentales que dependen de los servicios espaciales y los activos espaciales que son vulnerables a los desechos.
Este nuevo compromiso también protege los intereses de Estados Unidos en el espacio. La reducción significativa de las pruebas ASAT y la generación de desechos promueve los intereses de seguridad nacional de EEUU y protege los intereses estadounidenses a largo plazo en la exploración espacial, la ciencia espacial y el desarrollo económico habilitado por el espacio.
El conflicto o la confrontación en el espacio ultraterrestre no son inevitables y EEUU busca garantizar que el espacio exterior permanezca libre de conflictos. La Administración Biden-Harris dejó claro que EEUU comprometerá a la comunidad internacional a defender y fortalecer un orden internacional basado en reglas para el espacio. Estados Unidos, trabajando con la industria comercial, aliados y socios, liderará el desarrollo de nuevas medidas que contribuyan a la seguridad, la estabilidad, la seguridad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades espaciales. En general, a través de este nuevo compromiso y otras acciones, Estados Unidos demostrará cómo las actividades espaciales pueden llevarse a cabo de manera responsable, pacífica y sostenible.