China sigue avanzando en su programa espacial tripulado con la llegada del cohete Long March 2F Yao-21 al Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, donde se preparará para la próxima misión de la nave Shenzhou en la segunda mitad del año. Este hito marca un paso clave en la planificación del país asiático para mantener su presencia en órbita con misiones regulares a la estación espacial Tiangong.
El Long March 2F Yao-21 desempeña un doble papel en la estrategia china de exploración espacial: por un lado, es el cohete designado para la próxima misión tripulada; por otro, se mantiene en reserva como respaldo para cualquier contingencia en lanzamientos tripulados.
Este modelo, una versión optimizada del Long March 2F, comenzó su ensamblaje final el 30 de octubre de 2024, completó las pruebas el 15 de enero de 2025 y, tras una exhaustiva inspección, fue trasladado a Jiuquan para la fase de integración con la cápsula Shenzhou.
Un año de alta intensidad en lanzamientos
China afronta un 2025 con un calendario de lanzamientos especialmente exigente. Bajo estas condiciones, el equipo de ensamblaje y pruebas de la Fábrica 211 de la Primera Academia de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China ha trabajado con procesos optimizados y sincronizados, logrando completar las tareas dentro de los plazos previstos.
Antes de su salida de fábrica, se llevó a cabo una revisión integral de los sistemas técnicos y operativos del cohete. La División de Ensamblaje General realizó verificaciones adicionales para garantizar la fiabilidad del lanzador, revisando registros multimedia del ensamblaje y validando aspectos críticos del proceso.
El Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, ubicado en el desierto de Gobi, es la base de las misiones tripuladas chinas. En los próximos meses, los equipos de ingenieros y técnicos trabajarán en la integración de la cápsula Shenzhou, que transportará a los próximos astronautas chinos a la estación espacial Tiangong.
Con este nuevo avance, China reafirma su compromiso con la exploración espacial tripulada, consolidando su capacidad operativa para lanzar misiones con alta frecuencia y garantizar la seguridad y éxito de su programa espacial.