La Comisión Europea ha aprobado, bajo las normas de ayudas estatales de la UE, un plan italiano de 800 millones de euros para compensar a los aeropuertos y operadores de asistencia en tierra por los daños sufridos por el brote de coronavirus y las restricciones de viaje que Italia y otros países tuvieron que implementar para limitar la propagación del virus.
La vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, asegura que «los aeropuertos se encuentran entre las empresas que se han visto particularmente afectadas por el brote de coronavirus. Este plan de 800 millones de euros permitirá a Italia compensarlos por los daños sufridos como consecuencia directa de las restricciones de viaje que Italia y otros países tuvieron que implementar para limitar la propagación del virus. Seguimos trabajando en estrecha cooperación con los Estados miembros para encontrar soluciones viables para mitigar el impacto económico del brote de coronavirus, de acuerdo con las normas de la UE».
Italia notificó a la Comisión una medida de ayuda para compensar a los aeropuertos y operadores de asistencia en tierra por los daños sufridos durante el período comprendido entre el 1 de marzo y el 14 de julio de 2020 debido al brote de coronavirus y las restricciones de viaje vigentes. Según el régimen, la ayuda adoptará la forma de subvenciones directas. La medida estará abierta a todos los aeropuertos y operadores de asistencia en tierra con un certificado operativo válido emitido por la autoridad de aviación civil italiana.
Un mecanismo de recuperación garantizará que cualquier ayuda pública recibida por los beneficiarios que supere el daño real sufrido deberá reembolsarse al Estado italiano.
La Comisión evaluó la medida con arreglo al artículo 107, apartado 2, letra b), del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que permite a la Comisión aprobar medidas de ayuda estatal concedidas por los Estados miembros para compensar a empresas o sectores específicos por los daños causados directamente por sucesos excepcionales, como el brote de coronavirus.
La Comisión considera que el brote de coronavirus califica como un hecho excepcional, ya que se trata de un evento extraordinario e imprevisible que tiene un impacto económico significativo. En consecuencia, se justifican las intervenciones excepcionales de los Estados miembros para compensar los daños vinculados al brote.
La Comisión concluyó que la medida italiana compensará los daños que están directamente relacionados con el brote de coronavirus y que es proporcionada, ya que la compensación no excederá de lo necesario para reparar el daño. Sobre esta base, la Comisión aprobó la medida con arreglo a las normas de la UE sobre ayudas estatales.