Como había prometido hace meses, Jim Bridenstine, hasta ahora administrador de la Nasa, se ha despedido de la agencia espacial coincidiendo con el relevo en la Administración norteamericana.
Pocos minutos antes de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, ocupara su puesto, Bridenstine dejaba su despedida prendida en su cuenta de Twitter: “Ha sido un gran honor servir como administrador de la Nasa. Extrañaré a la increíble familia de la Nasa y siempre estaré agradecido por mi tiempo en esta increíble agencia. Ad Astra”.
El pasado 11 de noviembre, Bridenstine anunció que dejaría su puesto tras el relevo en la Administración norteamericana, aunque el presidente electo, Joe Biden, le pidiera que siguiera al frente de la agencia espacial.
Bridenstine dijo que su decisión no obedecía a razones partidistas, sino para garantizar que políticamente la Nasa tenga la mejor posibilidad de prosperar bajo un nuevo liderazgo. El actual administrador de la agencia espacial, designado por Donald Trump, asumió el cargo en 2018.
“EEUU necesita a alguien en quien la Administración confíe…. incluida la OMB (Oficina de Gestión y Presupuesto), el Consejo Nacional del Espacio y el Consejo de Seguridad Nacional, y creo que no sería la persona adecuada para eso en una nueva Administración”, añadió el actual responsable máximo de la Nasa.
Una sesión informativa del pasado martes sobre la prueba de fuego estático Green Run del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) se convirtió en una oportunidad para Bridenstine para reflexionar sobre sus casi tres años en el trabajo y su deseo de que continúe el programa de exploración espacial tripulada de la agencia.
«Necesitamos nuestro programa Artemisa, necesitamos nuestro programa de la Luna a Marte, para abarcar generaciones», dijo ese día.
Con la marcha de Bridenstine y su adjunto, Jim Morhard, Steve Jurczyk, administrador asociado de la Nasa, ejercerá como administrador interino hasta que la Administración Biden nombre, y el Senado lo confirme, un sucesor permanente.