El fabricante de aviones Bombardier ha anunciado que los resultados de 2019 serán más bajos de lo previsto anteriormente, debido a diferentes acciones tomadas por la compañía tanto en el negocio aeronáutico como el ferroviario.
Así, la compañía espera obtener unos beneficios ajustados antes de impuestos (EBIT) de 400 millones de dólares, frente a las previsiones de 700 y hasta 800 millones de dólares que se habían planteado.
En cuanto a los ingresos consolidados, el grupo establece esta partida en 15.800 millones de dólares, de los cuales 7.500 millones corresponden a su negocio de aviación.
Las aeronaves entregadas en 2019 han ascendido a 175 unidades, siendo 142 aviones de negocios y 33 aviones comerciales. La entrega de cuatro aviones Global 7500 para el primer trimestre, que correspondían al año 2019, han perjudicado el desempeño financiero.
“Las entregas de aviones fueron fuertes en el último trimestre, con un total de 58 aviones, hasta los 175 aviones para todo el año. Esto incluyó 11 Global 7500, seis de los cuales fueron entregados en el cuarto trimestre. Ahora se espera que el resto de aviones Global 7500 programados originalmente para los últimos días de 2019 se entreguen en el primer trimestre de 2020. A medida que el negocio de aviones progrese adecuadamente, se espera que el EBIT ajustado para todo el año sea aproximadamente del 7%, en línea con el crecimiento anual”, aseguran desde la compañía.
Por otro lado, la compañía está reevaluando su participación en una empresa controlada por Airbus que ejecuta el programa A220, que Airbus compró a Bombardier en 2018. “Aunque el programa A220 continúa ganando cuota de mercado y demuestra valor para las aerolíneas, los últimos estudios financieros exigen inversiones en efectivo adicionales para respaldar el aumento de la producción. Esto puede afectar significativamente el valor de la empresa conjunta”, aseguran fuentes del grupo.