Boeing tenía previsto reforzar las cubiertas protectoras de los motores de sus aviones 777 meses antes de las recientes averías, entre ellas la ocurrida el pasado fin de semana nada más despegar del aeropuerto de Denver, según un documento interno de la Administración Federal de Aviación (FAA) al que ha tenido acceso The Wall Street Journal,
El fabricante aeronáutico y el regulador habían estado estudiando posibles soluciones incluso más tiempo, durante unos dos años, según personas familiarizadas con el tema. Las conversaciones comenzaron después de dos fracasos en 2018, uno en un 777 operado por United Airlines Holdings y el otro en un 737 de Southwest Airlines.
Debido a que las posibles modificaciones a las cubiertas externas del motor del 777 tenían varias deficiencias. «Boeing decidió rediseñar la cubierta del ventilador en lugar de intentar modificar solo las cubiertas existentes para abordar tanto los problemas de resistencia estructural» como los problemas de humedad, según el documento interno de la FAA conocido por el periódico de Nueva York.
«Boeing fabricará nuevas cubiertas de ventiladores y proporcionará instrucciones de servicio para que los operadores las retiren y reemplacen«, según el documento, que forma parte de una actualización rutinaria del pasado 6 de agosto sobre los esfuerzos que se están realizando en las oficinas de la agencia en el área de Seattle.
Tales modificaciones en las partes de los aviones pueden requerir años de diseño, pruebas y aprobaciones regulatorias. Algunos reguladores y expertos en seguridad de la aviación se han preocupado cada vez más acerca de si las cubiertas de los motores son lo suficientemente robustas para resistir el impacto de la rotura de una pala del ventilador y dispararse hacia afuera durante los vuelos.