Boeing ha recibido al Premio al Liderazgo en Sostenibilidad 2020 de la Asociación Nacional de Fabricantes que reconoce los esfuerzos innovadores de la compañía para reciclar la fibra de carbono aeroespacial, desviando los desechos de los vertederos en todo el mundo.
Desde 2018, Boeing se ha asociado con ELG Carbon Fiber, con sede en el Reino Unido, para reciclar el exceso de fibra de carbono aeroespacial. Boeing recoge el material de desecho, que luego ELG trata en un horno para eliminar los agentes aglutinantes. El resultado de este proceso es un material limpio que puede venderse a terceros para fabricar productos como accesorios electrónicos y equipos automotrices.
«Boeing está demostrando que puede ser ambientalmente sostenible de una manera rentable«, dijo Bryan Scott, vicepresidente de Medio Ambiente, Salud y Seguridad de Boeing, que añadió que «somos el mayor consumidor de compuestos de grado aeroespacial y la única empresa capaz de reciclar el 100%».
El proceso de reciclaje de fibra de carbono ahora se ha implementado en 11 de las plantas de fabricación de aviones globales de Boeing. La mayor parte del exceso de fibra de carbono proviene de sitios en Australia, la región de Puget Sound en el estado de Washington y Salt Lake City, Utah. Boeing capacitará a las empresas sobre el proceso de reciclaje, comenzando por su cadena de suministro.
«Crear soluciones comercialmente viables para reciclar compuestos de fibra de carbono es bueno para la industria y es bueno para el medio ambiente; es beneficioso para todos», ha afirmado Tia Benson Tolle, directora de Materiales Avanzados en Desarrollo de Productos de Boeing.
Boeing está trabajando para lograr varios objetivos ambientales para 2025, que incluyen reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%; el uso de agua y residuos sólidos a vertedero en un 20%; el uso de energía en un 10%; y residuos peligrosos en los lugares de trabajo en un 5%.