«Nunca olvidaremos las vidas perdidas en los dos trágicos accidentes que llevaron a la decisión de suspender las operaciones», dijo este miércoles David Calhoun, director ejecutivo de Boeing, en respuesta a la anulación por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU de la orden que suspendió hace 20 meses las operaciones comerciales del B737 MAX.
«Estos acontecimientos y las lecciones que hemos aprendido como resultado han remodelado nuestra empresa y han centrado aún más nuestra atención en nuestros valores fundamentales de seguridad, calidad e integridad», añadió Calhoun.
La medida adoptada este miércoles por el regulador norteamericano permitirá que las aerolíneas que están bajo la jurisdicción de la FAA tomen las medidas necesarias para reanudar el servicio y que Boeing comience a realizar entregas.
A lo largo de los últimos 20 meses, Boeing ha trabajado en estrecha colaboración con las aerolíneas, brindándoles recomendaciones detalladas sobre el almacenamiento a largo plazo y asegurándose de que sus comentarios fueran parte del esfuerzo para devolver los aviones al servicio de manera segura.
Una directiva de aeronavegabilidad emitida por la FAA detalla los requisitos que deben cumplirse antes de que los transportistas estadounidenses puedan reanudar el servicio, incluida la instalación de mejoras de software, la realización de modificaciones en la separación de cables, la capacitación de pilotos y la realización de actividades de conservación exhaustivas que garantizarán que los aviones estén listos para el vuelo.
«La directiva de la FAA es un hito importante», dijo Stan Deal, presidente y director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes. «Continuaremos trabajando con los reguladores de todo el mundo y nuestros clientes para que el avión vuelva a estar en servicio en todo el mundo».
Además de los cambios realizados en el avión y la formación de pilotos, Boeing ha dado tres pasos importantes para fortalecer su enfoque en la seguridad y la calidad:
– Alineación organizacional: más de 50.000 ingenieros se han reunido en una sola organización que incluye una nueva unidad de seguridad de productos y servicios, unificando las responsabilidades de seguridad en toda la empresa.
– Enfoque cultural: se ha empoderado aún más a los ingenieros para mejorar la seguridad y la calidad. La empresa está identificando, diagnosticando y resolviendo problemas con un mayor nivel de transparencia e inmediatez.
– Mejoras en los procesos: al adoptar procesos de diseño de próxima generación, la empresa permite mayores niveles de calidad inicial.