Boeing registró en el tercer trimestre de 2025 unos ingresos de 23.270 millones de dólares, lo que representa un aumento del 30% respecto al mismo periodo del año anterior. El crecimiento estuvo impulsado por la mejora operativa y el incremento en las entregas de aviones comerciales, que alcanzaron las 160 unidades, la cifra trimestral más alta desde 2018.
Aun así, la empresa reportó una pérdida neta de 5.339 millones de dólares, atribuida principalmente a un cargo de 4.900 millones asociado a la actualización del calendario de certificación del programa 777X, que ahora prevé su primera entrega en 2027. El flujo de caja operativo fue positivo, con 1.100 millones de dólares, y el flujo de caja libre (no GAAP) se situó en 200 millones. El cartera de pedidos total ascendió a 636.000 millones de dólares, con más de 5.900 aviones comerciales pendientes de entrega.
El presidente y consejero delegado, Kelly Ortberg, destacó los avances en la estabilización de la producción y el acuerdo con la FAA para aumentar el ritmo de fabricación del 737 de 38 a 42 unidades mensuales a partir de octubre. “Con un enfoque sostenido en la seguridad y la calidad, estamos avanzando en nuestra recuperación y generando flujo de caja positivo. Aunque el retraso del 777X es decepcionante, el avión sigue mostrando un excelente rendimiento en las pruebas de vuelo”, afirmó Ortberg.
Divisiones comerciales, de defensa y servicios
La división de Aviones Comerciales registró unos ingresos de 11.094 millones de dólares, un 49% más que en el mismo trimestre del año anterior, impulsados por las mayores entregas. Sin embargo, presentó una pérdida operativa de 5.353 millones, afectada por el cargo extraordinario del 777X.
El programa 737 consolidó su ritmo de producción en 38 aeronaves mensuales, mientras que el 787 mantuvo la producción estable en siete unidades por mes, con avances en la expansión de sus operaciones en Carolina del Sur. Durante el trimestre, la división contabilizó 161 pedidos netos, incluyendo 50 unidades del 787 para Turkish Airlines y 30 del 737-8 para Norwegian Group.
En el área de Defensa, Espacio y Seguridad, los ingresos ascendieron a 6.902 millones de dólares, un 25% más que en 2024, y registró un margen operativo positivo del 1,7%, tras varios trimestres de pérdidas. El crecimiento refleja la estabilización operativa y un mayor volumen de contratos. Entre los hitos del trimestre se incluyen un acuerdo con la Fuerza Espacial de Estados Unidos para reforzar las capacidades de comunicación por satélite y la colaboración con la Real Fuerza Aérea Australiana en pruebas autónomas del MQ-28 Ghost Bat. El área cerró el trimestre con una cartera de pedidos de 76.000 millones, de los cuales un 20% procede de clientes internacionales.
Por su parte, Boeing Global Services alcanzó unos ingresos de 5.370 millones de dólares, con un crecimiento del 10%, y un margen operativo del 17,5%. El resultado refleja un mayor volumen comercial y una combinación de servicios favorable. Entre los contratos más destacados figuran un acuerdo con la Marina estadounidense para la reparación del tren de aterrizaje de los F/A-18 y una colaboración estratégica con Korean Air centrada en el mantenimiento predictivo.
Boeing cerró el trimestre con 23.000 millones de dólares en efectivo y valores negociables, cifra estable respecto al segundo trimestre. Su deuda consolidada se mantuvo en 53.400 millones de dólares, y la compañía conserva acceso a líneas de crédito por valor de 10.000 millones, aún no utilizadas.
El flujo de caja operativo positivo refleja la mejora de las entregas comerciales y el ajuste del capital circulante. A pesar del impacto del 777X, el desempeño general de las operaciones muestra signos de recuperación progresiva.
Perspectivas y prioridades
Ortberg insistió en que las prioridades de la compañía se centran en completar los programas de desarrollo, estabilizar las operaciones y reforzar la confianza de los clientes, empleados y autoridades. “Estamos enfocados en recuperar el rendimiento total de la compañía y en cumplir nuestros compromisos con todos los grupos de interés”, afirmó.
Boeing considera que la demanda global sostenida de aviones comerciales, junto con la consolidación de sus contratos en defensa y servicios, sentará las bases para un crecimiento más equilibrado en los próximos trimestres, aunque los costes asociados al desarrollo del 777X seguirán impactando sus resultados en el corto plazo.
Con este trimestre, Boeing refuerza su objetivo de estabilizar su sistema productivo, mejorar la generación de efectivo y avanzar hacia una recuperación sostenible, en un entorno que continúa marcado por los desafíos regulatorios, logísticos y financieros de la industria aeroespacial global.











