Blue Origin con Boeing, Lockheed Martin, Draper, Boeing, Astrobotic y Honeybee Robotics conforman un consorcio que compite por un contrato de Desarrollo Lunar Sostenido (SLD) de la Nasa para desarrollar un sistema de aterrizaje humano para el programa Artemisa. En asociación con la Nasa, este equipo logrará una presencia sostenida en la Luna. El denominado “Equipo Nacional” ha presentado su propuesta para el programa SLD de la Nasa para ayudar a EEUU a establecer una presencia lunar sostenida.
La Nasa publicó en la segunda quincena del pasado mes de octubre un anuncio oficial sobre el inicio de la aceptación de solicitudes para la creación de un segundo módulo de aterrizaje lunar para las necesidades del programa Artemisa. La convocatoria se clausuró el pasado 15 de noviembre y el ganador del concurso será dado a conocer en el próximo mes de mayo.
En 2019, la Nasa convocó el concurso HLS (Human Landing Services), cuyo objetivo era crear una nave espacial para transportar personas y carga a la superficie lunar. Los proyectos de SpaceX, Blue Origin y Dynetics llegaron a la final. Después de considerar las propuestas, la Nasa optó por el vehículo lunar de SpaceX. Esta decisión provocó un escándalo. Blue Origin demandó a la Nasa, exigiendo revisar los resultados del concurso. Sus abogados alegaron que la agencia manifestó su deseo de elegir dos ganadores, lo que determinó el precio ofrecido por la empresa. Por su parte, la Nasa basó su posición en el hecho de que nunca había dado garantías legales para financiar dos contratos a la vez y tuvo que limitarse a un contrato por falta de fondos. La Justicia rechazó las reclamaciones de Blue Origin.
Desde entonces, la situación ha experimentado ciertos cambios. La Nasa logró obtener el apoyo financiero del Congreso estadounidense, lo que le permitió volver al enfoque original. Este año, la organización anunció el nuevo programa SLD para crear un segundo módulo de aterrizaje para las necesidades del programa Artemisa, también construido por una empresa privada.
La disponibilidad de un módulo de aterrizaje alternativo se convertirá en un seguro en caso de accidente o una situación si uno de los proyectos encuentra dificultades en la implementación, como sucedió con la nave espacial CST-100 Starliner de Boeing.
SpaceX, la empresa ganadora del primer concurso, no podrá optar en esta ocasión. El ganador del concurso SLD deberá realizar primero una prueba no tripulada, que demostrará que su dispositivo será capaz de hacer aterrizar a dos astronautas en el Polo Sur de la Luna y asegurar su estancia durante una semana, con cuatro salidas previstas y una de emergencia a la superficie. Si tiene éxito, le seguirá un vuelo con personas, aunque no tendrá lugar no hasta la misión Artemisa V. En el futuro, la Nasa tiene previsto organizar expediciones a mayor escala que impliquen el aterrizaje de cuatro astronautas con permanencia en la Luna de 33 días.