La astronauta de la Nasa Kate Rubins, junto con los cosmonautas de Roscosmos Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov, regresaron a la Tierra el sábado, aterrizando en Kazakjstán, después de seis meses viviendo y trabajando a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).
La tripulación partió de la estación en su nave espacial Soyuz MS-17 y aterrizó de manera segura con paracaídas al sureste de la ciudad de Dzhezkazgan, Kazajstán. Fue el segundo vuelo espacial de Rubins y Ryzhikov y el primero de Kud-Sverchkov. Rubins regresará a su hogar en Houston y Ryzhikov y Kud-Sverchkov regresarán a sus hogares y base de entrenamiento en Star City, Rusia.
Rubins expondrá su misión de 185 días en una conferencia de prensa del miércoles. Durante su misión, Rubins y sus compañeros de tripulación dieron la bienvenida a los astronautas de la SpaceX Crew-1 de la Nasa a bordo del primer vuelo espacial tripulado comercial de larga duración. Rubins completó dos salidas espaciales junto con el astronauta de la Nasa Victor Glover y el de la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) Soichi Noguchi, con lo que su carrera total asciende a cuatro salidas espaciales. Regresa a la Tierra con un total de 300 días en sus dos vuelos, el cuarto con más días en el espacio para una astronauta estadounidense.
Rubins pasó cientos de horas trabajando en nuevos experimentos en la ISS, basándose en las investigaciones que realizó durante su primera misión, incluida la investigación del corazón y múltiples estudios de microbiología. Avanzó en su trabajo en la secuenciación de ADN, lo que podría permitir a los astronautas diagnosticar una enfermedad en el espacio o identificar microbios que crecen en la estación espacial. Rubins recolectó cientos de muestras microbianas en diferentes lugares dentro de la estación espacial para el estudio 3DMM para construir un mapa 3D de bacterias y productos bacterianos en toda la estación. Al avanzar en la comprensión del microbioma del laboratorio en órbita, este trabajo ayuda a identificar los riesgos potenciales y apoya el desarrollo de contramedidas para mitigar esos riesgos.
Rubins también trabajó en el experimento Cardinal Heart, que estudia cómo los cambios en la gravedad afectan a las células cardiovasculares a nivel celular y tisular. Los resultados podrían proporcionar una nueva comprensión de los problemas cardíacos en la Tierra, ayudar a identificar nuevos tratamientos y respaldar el desarrollo de medidas de detección para predecir el riesgo cardiovascular antes del vuelo espacial.
La misión de Rubins, Ryzhikov y Kud-Sverchkov comenzó el 14 de octubre de 2020, cuando su nave espacial se lanzó desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán. Su nave espacial atracó en el puerto orientado hacia la Tierra del módulo Rassvet después de un vuelo de dos órbitas y tres horas.
El pasado 19 de marzo, el trío se puso sus trajes espaciales y abordó la Soyuz MS-17 para una maniobra de reubicación del puerto, moviendo la nave espacial del módulo Rassvet al puerto orientado al espacio del módulo Poisk. La reubicación permitió que la nave espacial Soyuz MS-18 y su tripulación se acoplaran al módulo Rassvet a su llegada el pasado día 9.
Cuando Rubins, Ryzhikov y Kud-Sverchkov abandonaron la estación, la Expedición 65 comenzó oficialmente con el astronauta de la Nasa Shannon Walker como comandante de la estación. Walker dirigirá la tripulación hasta la partida de Crew Dragon Resilience de SpaceX el próximo día 28, cuando el mando de la estación pasará a manos del astronauta de JAXA, Akihiko Hoshide.
El jueves, la tripulación de la Expedición 65 aumentará a 11 miembros con la llegada de la SpaceX Crew-2 de la Nasa, integrada por los astronautas de la Nasa Shane Kimbrough y Megan McArthur, el astronauta de la ESA Thomas Pesquet y Hoshide, de JAXA. Crew-2 será la segunda misión de larga duración en volar como parte del Programa de Tripulación Comercial de la Nasa, y continuará brindando la capacidad de lanzar regularmente astronautas desde suelo estadounidense.