El bilbaíno Alex Cruz, que dejó de ser el pasado mes de octubre consejero delegado de British Airways, permaneciendo sólo como presidente no ejecutivo, deja ahora la compañía y opta al puesto de presidente y CEO de la aerolínea escandinava SAS.
Cruz llevaba en IAG ocho años y cesó como consejero delegado de British Airways el pasado otoño, poco después de asumir la máxima responsabilidad ejecutiva del grupo IAG el también español Ignacio Gallego. Fue sustituido por Sean Doyle, hasta entonces presidente y consejero delegado de Aer Lingus. Cruz ha permanecido este último medio año como presidente no ejecutivo de la compañía sin función alguna.
Hace un par de semanas, el digital británico Sky News adelantó que Cruz había sido contactado por los responsables de la escandinava SAS como uno de los posibles candidatos a la sucesión de Richard Gustafson, presidente y consejero delegado de la compañía, quien el pasado mes de enero anunció su decisión de abandonar la compañía antes del próximo mes de julio, después de 10 años en el cargo.
Al anunciar el relevo de Cruz el pasado mes de octubre, Ignacio Gallego dijo: “Quiero agradecer a Alex por todo lo que ha hecho en British Airways. Trabajó incansablemente para modernizar la aerolínea en los años previos a la celebración de su centenario. Desde entonces, ha liderado la compañía en un período particularmente exigente y ha logrado acuerdos de reestructuración con la gran mayoría de sus empleados”.
Álex Cruz, de 54 años, de formación estadounidense, estudió Ingeniería Industrial en Michigan, que completó en la Universidad de Ohio y más adelante en la Escuela de Negocios Edwin Cox de Dallas. Empezó trabajando en 1990 para American Airlines en Dallas y de 1995 al 2000 ejerció como director de la compañía tecnológica Sabre en Londres. Trabajó para la firma de consultoría Arthur D. Little como director asociado y más tarde para Accenture.
En 2006 regresó al sector del transporte aéreo, ya en España, tras su nombramiento de consejero delegado de la compañía Clickair, luego fusionada con Vueling, de la que fue presidente y consejero delegado hasta su salto a la cima de British Airways, que ahora abandona, ocho años después.