Airbus España es el contratista principal del módulo de la carga útil y el responsable de integrar los cuatro instrumentos científicos aportados por la ESA a la primera misión conjunta con la Academia de las Ciencias China (CAS) Smile (Solar wind Magnetosphere Ionosphere Link Explorer).
Junto a Crisa (filial del grupo Airbus) han participado en la elaboración de algún componente de esta misión otras empresas españolas, entre las que destacan HV Sistemas, Iberespacio, Sener e Inventia, según informa Javier Sánchez-Palma, jefe del programa Smile en Airbus España, y que recoge la revista Actualidad Aeroespacial en su número del mes de mayo que acaba de ver a luz.
La misión es un gran esfuerzo científico en colaboración entre la ESA y China, tras el éxito de la misión Double Star/Tan Ce, que voló entre 2003 y 2008. A diferencia de Double Star, que comenzó como un proyecto exclusivo de China, Smile nace como una misión conjunta de la ESA y China. Se espera que Smile revolucione la comprensión de los científicos sobre los procesos físicos que tienen lugar durante la interacción continua entre las partículas en el viento solar y el escudo magnético de la Tierra, la magnetosfera, gracias a la cual la vida es posible en este planeta.
Aunque estaba prevista que se lanzase en 2023 desde el puerto espacial europeo de Kourou, en la Guayana Francesa, la combinación de varios cambios en la misión, como que el PLM debe ser libre de exportación a China o la pandemia del Covid, han hecho que el lanzamiento se traslade a finales de 2024. “Todas las partes estamos dando todo lo mejor para que así sea”, asegura Sánchez-Palma.
Según los planes actuales, la nave espacial de 2.200 kilogramos será lanzada por un cohete europeo Vega-C o Ariane 6-2 y posteriormente se colocará en una órbita elíptica muy inclinada alrededor de la Tierra. Cada 51 horas, Smile volará hasta 121.000 kilómetros, casi un tercio de la distancia a la Luna, lo que le permitirá tener una visión prolongada de la Tierra, especialmente de las regiones polares del norte del planeta. A continuación, regresará a menos de 5.000 kilómetros del planeta para descargar su tesoro de datos almacenados en una estación terrestre de la ESA en la Antártida y a la estación terrestre de la Academia de Ciencia China (CAS) en Sanya, China.
Desde esta órbita inusualmente alargada, el satélite podrá realizar observaciones continuas de regiones clave del espacio cercano a la Tierra durante más de 40 horas. Estas observaciones incluirán imágenes y películas simultáneas de la magnetopausa, donde la magnetosfera de la Tierra se encuentra con el viento solar, así como las cúspides polares y la región iluminada por la aurora boreal.
Smile ofrecerá a los científicos la posibilidad de observar estas regiones clave de la interacción Sol-Tierra durante periodos muy largos de tiempo, por primera vez. La misión principal durará tres años.
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