Airbus ha completado el Sentinel-6B, el segundo satélite de vigilancia de los océanos del programa europeo Copernicus, y lo estará probando exhaustivamente durante los próximos seis meses para preparar su uso en el espacio.
La misión Copernicus Sentinel-6 ya está realizando mediciones de alta precisión de la topografía de las superficies oceánicas a través del primero de los dos satélites, Sentinel-6A, lanzado en noviembre de 2020. Los dos satélites de la misión están construidos para medir la distancia a la superficie del mar con una precisión de unos pocos centímetros y cartografiarla a un ritmo de 10 días a lo largo de una misión de hasta siete años.
Su objetivo es registrar los cambios en la altura de la superficie del mar, las variaciones del nivel del mar y analizar y observar las corrientes oceánicas. La observación precisa de los cambios de altura de la superficie del mar proporciona información sobre el nivel global del mar, la velocidad y dirección de las corrientes oceánicas y el calor almacenado en los océanos. Las mediciones, obtenidas desde 1.336 kilómetros por encima de la Tierra, son cruciales para la modelización de los océanos y la predicción del aumento del nivel del mar.
Esta información ayuda a los gobiernos e instituciones a establecer una protección eficaz de las regiones costeras. Los datos también son valiosos para las organizaciones de gestión de catástrofes y para las autoridades que llevan a cabo la planificación urbana, los planes de protección contra las inundaciones o la construcción de diques.
Debido al calentamiento global, el nivel del mar está subiendo actualmente una media de 3,3 milímetros al año, con consecuencias potencialmente dramáticas para los países con costas densamente pobladas.
Sentinel-6, que forma parte del programa europeo Copernicus, es también una colaboración internacional entre la ESA, la Nasa, la NOAA y Eumetsat.