Air France–KLM ha confirmado su intención de convertirse en accionista mayoritario de Scandinavian Airlines (SAS), una operación que marca un punto de inflexión estratégico en la aviación europea y sella una nueva etapa en la historia del operador escandinavo. Una vez completado el proceso de aprobación regulatoria, el movimiento sentará las bases para una integración industrial más profunda entre ambas aerolíneas y ampliará la proyección de SAS tanto en Europa como en mercados internacionales clave.
“Air France–KLM convirtiéndose en propietario mayoritario supondría un momento definitorio para SAS y una fuerte señal de confianza en la dirección que hemos tomado”, ha declarado Anko van der Werff, presidente y consejero delegado de SAS. “Además de proporcionar estabilidad, este paso permitirá una integración más sólida con uno de los grupos aéreos líderes a nivel mundial, lo que se traducirá en más valor para nuestros clientes, nuestra plantilla y toda la región escandinava”.
SAS continúa su proceso de renovación de flota y expansión de red. La entrada de Air France–KLM como accionista mayoritario no solo fortalece la estabilidad financiera de la compañía, sino que también aporta escala operativa, acceso a nuevas sinergias y capacidad para acelerar su transformación sostenible.
Van der Werff ha subrayado que la operación no supondrá una pérdida de identidad comentando que “seguiremos siendo orgullosamente escandinavos por esencia, por imagen y por valores. Esta relación se basa en el respeto mutuo, el compromiso con la excelencia operativa y una fuerte ambición compartida en sostenibilidad”.
En este sentido, se confirma que Copenhague se consolidará como el hub global de referencia para la región, mientras se mantienen operaciones estratégicas robustas en Oslo y Estocolmo. Esta estructura busca equilibrar la eficiencia operativa con el arraigo local en los principales mercados escandinavos.
La operación se inscribe en un contexto de creciente consolidación dentro del sector aéreo europeo, donde las alianzas estratégicas y las integraciones societarias se perfilan como herramientas clave para garantizar la competitividad a largo plazo frente a actores globales y mercados liberalizados. En este entorno, la solidez financiera, la resiliencia operativa y la conectividad global adquieren un valor cada vez mayor.
Para Air France–KLM, la adquisición de una participación mayoritaria en SAS amplía su red paneuropea, diversifica su base de clientes y refuerza su posicionamiento en el norte de Europa. Para SAS, representa un respaldo institucional de alto nivel y una plataforma desde la que proyectar su modelo hacia nuevas geografías con mayor capacidad de inversión y respuesta ante los retos sectoriales.
Desde el punto de vista del pasajero, la integración prevista conllevará beneficios tangibles a medio plazo: mejor conectividad, tarifas más competitivas, acceso a una red global más amplia y continuidad en la apuesta por una experiencia de viaje de calidad. Además, ambas compañías comparten objetivos ambiciosos en reducción de emisiones, digitalización de procesos y modernización de flota, lo que refuerza el alineamiento estratégico del nuevo grupo ampliado.
A la espera de las aprobaciones regulatorias pertinentes, el anuncio de Air France–KLM supone no solo una inversión financiera en SAS, sino un compromiso de futuro con el desarrollo del ecosistema aéreo escandinavo, en el marco de una industria europea en transformación. La operación se presenta como una apuesta por la cohesión regional y la proyección global, manteniendo el equilibrio entre integración operativa y singularidad identitaria.