Tras varios fallos en las pruebas del ensayo general del lanzamiento de la misión Artemisa I, la Nasa ha decidido paralizar el proceso en curso y devolver el cohete Space Launch System (SLS) y la nave Orion al centro de ensamblajes y replantearse de nuevo el calendario de pruebas previas al lanzamiento.
Debido a las actualizaciones requeridas en un proveedor externo de nitrógeno gaseoso utilizado para la prueba, la Nasa aprovechará la oportunidad para llevar el cohete SLS y la nave Orion de nuevo al edificio de ensamblaje para reemplazar una válvula de retención defectuosa en la etapa superior y una pequeña fuga en el servicio de cola del mástil umbilical, anunció la agencia espacial.
Durante ese tiempo, la agencia también revisará el calendario y las opciones para demostrar las operaciones de carga de propulsores antes del lanzamiento.
Para este lunes, la Nasa tiene prevista una teleconferencia de prensa para explicar el estado de la próxima prueba de ensayo con vestimenta húmeda del cohete SLS y la nave espacial Orion en el Complejo de Lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida antes del despegue de la nave espacial no tripulada de la misión Artemisa I.
Como avanzó este diario en días pasados, el tercer intento de prueba de la Nasa de lanzamiento de la misión Artemisa I volvió a registrar un fallo. La pasada semana, mientras los equipos cargaban hidrógeno líquido (LH2) en la etapa central del cohete SLS, los ingenieros detectaron una fuga en el mástil de servicio de cola, que se encuentra en la base del lanzador móvil y se conecta a la etapa central.
Los ingenieros encontraron la fuga de hidrógeno líquido lo que impidió que el equipo completara la prueba. Antes de finalizar la misma, los equipos pudieron recopilar datos adicionales al enfriar las líneas utilizadas para cargar el propulsor en la etapa superior. El cohete permanece en una configuración segura mientras los equipos evalúan los próximos pasos.
La Nasa anunció la pasada semana que los ingenieros no cargarán LH2 o LOX en los tanques ICPS debido al problema con una válvula de retención de helio registrado anteriormente. Cuando los equipos detuvieron la carga el jueves, había alrededor del 49% de LOX en la etapa central y alrededor del 5% de LH2 en el tanque de la etapa central antes de la fuga de hidrógeno.