El descubrimiento en el Reino Unido de una nueva variante del coronavirus que se propaga con mayor facilidad y rapidez y es más difícil de detectar ha obligado al gobierno británico a incrementar las restricciones y a numerosos países de la Unión Europea a suspender las conexiones aéreas con aquel país, adelantando así el Brexit aéreo.
La Comisión Europea está en contacto con los Estados miembros para incrementar el flujo de información y ayudar con la coordinación. También la Organización Mundial de la Salud (OMS) se mantiene en continuo contacto con las autoridades británicas sobre la nueva cepa.
Italia, Irlanda, Países Bajos y Bélgica anunciaron este domingo que suspendían los vuelos con el Reino Unido por la nueva cepa del virus más contagiosa que la anterior y que ha llevado al primer ministro Boris Johnson a endurecer las restricciones en Londres y parte del país. Otros países como Francia y Alemania estudian aplicar la misma medida, mientras España reclama una postura común de Europa y aclara que actuará si no la hay.
El ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, señaló en un tuit que el Reino Unido había alertado sobre una nueva forma de Covid que sería resultado de una mutación del virus. “Como gobierno tenemos el deber de proteger a los italianos, por esta razón, después de haber avisado al Gobierno inglés, con el Ministerio de sanidad estamos a punto de firmar la medida para suspender los vuelos con Gran Bretaña. Nuestra prioridad es proteger Italia y nuestros compatriotas”.
Por su parte, el gobierno de los Países Bajos indicó que “a la espera de más detalles sobre la situación en el Reino Unido, había decidido prohibir los vuelos de pasajeros desde el Reino Unido a las 06:00 CET del 20 de diciembre. Esta prohibición permanecerá vigente hasta el 1 de enero de 2021 a más tardar”.