Auckland.- Rocket Lab ha lanzado con éxito un nuevo cohete Electron-KS con tres satélites de investigación y desarrollo para la Fuerza Aérea de los EEUU, dentro del programa de Pruebas Espaciales DoD que demostrarán tecnologías espaciales avanzadas, incluido un satélite para evaluar nuevas formas de rastrear los desechos espaciales.
La misión, denominada STP-27RD, despegó desde el Complejo de lanzamiento 1 en la península Mahia de Nueva Zelanda a las 06:00 UTC del domingo 5 de mayo de 2019 (18:00 NZST). Se trata del segundo lanzamiento de Rocket Lab en 2019, lo que eleva a 28 los satélites que esta compañía ha desplegado en total. Además, es la que mayor volumen ha transportado hasta la fecha, ya que los tres satélites pesan alrededor de 180 kilogramos.
Los satélites transportados son el cubesat SPARC-1, de investigación de la arquitectura Space Plug and Play, patrocinada por la Dirección de Vehículos Espaciales del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL / RV). Es un experimento sueco-estadounidense para explorar desarrollos tecnológicos en miniatura para la aviación, software de sistemas de radio definidos y conciencia de la situación espacial (SSA).
El segundo cubesat es el Falcon Orbital Debris Experiment (Falcon ODE), patrocinado por la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que evaluará el rastreo terrestre de objetos espaciales. Por último, Harbinger, un pequeño satélite comercial construido por York Space Systems y patrocinado por el Ejército de los Estados Unidos, demostrará la capacidad de un sistema comercial experimental para cumplir con los requisitos de capacidad de espacio del DoD.
El lanzamiento tuvo lugar apenas cinco semanas después de la última misión orbital de Rocket Lab, lo que demuestra la capacidad de la compañía para proporcionar un acceso rápido y sensible al espacio para las cargas útiles del gobierno.
“Estamos orgullosos de haber logrado un 100% de éxito en el lanzamiento procurado por la iniciativa de Lanzamiento ágido Rápido del Departamento de Defensa, demostrando una vez más la capacidad de Rocket Lab para proporcionar acceso al espacio de forma ágil”, explica Peter Beck, fundador y CEO de Rocket Lab.