Washington.- El norteamericano Scott Kelly, de 50 años, y el ruso Mijail Kornienko, de 54, comenzarán en el próximo mes de marzo su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS) por un año, el doble de la permanencia de las misiones habituales, para estudiar los efectos en los astronautas de una estancia prolongada.
Se espera que estas investigaciones contribuyan a un mejor conocimiento desde el punto de vista biomédico y psicológico de los desafíos que han de afrontar los astronautas durante un vuelo espacial de larga duración.
La misión de ambos astronautas veteranos, realizada conjuntamente por Rusia y Estados Unidos, constituye la estancia más dilatada de un ser humano en la ISS desde la llegada del primer astronauta en el año 2000. No obstante, el récord absoluto lo sigue ostentando el cosmonauta ruso Valeri Poliakov, que permaneció durante más de 14 meses seguidos en la estación espacial Mir en 1995.
Al término de la misión, si todo va bien, Kelly se convertirá en el estadounidense que más tiempo ha permanecido en el espacio. El astronauta norteamericano, que ya estuvo seis meses seguidos lejos de la Tierra, consideró interesante pasar el doble de tiempo que en su visita anterior. “Me gustan los desafíos”, dijo Kelly, durante la presentación de la misión hace unos meses en la sede de la Unesco en París junto a Kornienko.
Las misiones de larga duración representan un reto a nivel médico, ya que pueden implicar una atrofia muscular, una pérdida de masa ósea y problemas de visión, así como un impacto en el sistema inmunitario y consecuencias en el cuerpo a causa de las radiaciones.
Con vistas a un futuro viaje a Marte, hacia el año 2030, hay que conocer qué consecuencias tendrá para los astronautas un vuelo tan prolongado.