Barcelona.- La compañía aérea Spanair decidió el pasado viernes cesar las operaciones “ante la falta de visibilidad financiera para los próximos meses” y prevé presentar concurso de acreedores. Hasta 22.770 personas se han visto afectadas por la cancelación de vuelos solo este fin de semana, en el que se han anulado 212 operaciones.
Spanair tira la toalla. La compañía Qatar Aiways no se decidió finalmente a participar en la aerolínea española y la Generalitat de Cataluña, que con el Ayuntamiento de Barcelona tienen la mayoría de su accionariado, temía que Bruselas exigiera de inmediato la devolución de todo el dinero público invertido en ella.
Era la crónica de una desaparición anunciada. Ya el pasado verano el diputado popular Andrés Ayala puso el grito en cielo. “Los catalanes deben exigir a su Gobierno saber qué ha pasado con Spanair. Hay una pérdida de más de 500 millones de euros absolutamente ocios y que lo que ha generado ha sido una frustración a quien se había creído -nosotros advertimos que no era verdad- que con la compra de una compañía aérea El Prat se transformaba automáticamente en un hub”, dijo el portavoz del PP en la Comisión de Fomento del Congreso.
Ayer Spanair comunicó oficialmente su decisión a las autoridades aeronáuticas españolas. A lo largo de todo el día, la dirección de la compañía se ha coordinado con AENA y con las autoridades del Ministerio de Fomento para asegurar un correcto plan de contingencia en los aeropuertos.
“La dirección de Spanair lamenta y pide disculpas a todas aquellas personas que se vean afectadas por esta situación y agradece la comprensión y la ayuda de las autoridades aeronáuticas y de las otras aerolíneas que facilitarán la reasignación de los pasajeros” dijo en un comunicado.